Existe una teoría disparatada que sostiene que los griegos inventaron los cíclopes al confundir cráneos de elefantes.

El Dr. Mark Witton, paleontólogo de la Universidad de Portsmouth, sugiere que la idea de que los cíclopes se inspiraran en cráneos de elefantes tiene más sentido. Se han encontrado fósiles de elefantes en la región mediterránea, donde vivían los antiguos griegos.

Dado que los elefantes desaparecieron de Europa hace unos 11.000 años, los griegos de aquella época no habrían visto un elefante vivo y podrían no saber qué eran los cráneos. El gran orificio central del cráneo (donde se conecta la trompa) podría parecer una gran cuenca ocular, especialmente para alguien que no esté familiarizado con los elefantes.

Además, antiguas historias sobre los cíclopes dicen que vivían en cuevas, y se encontraron muchos fósiles de elefantes en cuevas sicilianas. Esta conexión entre los huesos y el mito se ha sugerido desde el siglo XVII y se ajusta mejor a la evidencia.

El Dr. Witton afirma que, si bien se han encontrado huesos de elefante en los lugares y períodos adecuados para posiblemente inspirar el mito de los Cíclopes (gigantes tuertos), esto es solo evidencia circunstancial.

Esto significa que no es una prueba suficientemente sólida por sí sola.

Usar cráneos de elefante para explicar el mito podría, de hecho, hacerlo más confuso: ¿dónde se encuentran el resto de las características del elefante?

Otra explicación es un raro defecto congénito llamado ciclopía, en el que un bebé nace con un solo ojo. Esto ocurre raramente en nacimientos vivos, pero es más común en embarazos fallidos, por lo que los antiguos griegos podrían haber visto estos casos y los usaron como inspiración.

Además, es posible que ninguna criatura real inspirara a los Cíclopes. Los seres tuertos aparecen en mitos de todo el mundo, y muchas culturas ven los ojos como símbolos de sabiduría o poder.