El reinicio de Harry Potter, que se emitirá por HBO, ha desatado una polémica, y la leyenda de Hollywood Harrison Ford ha echado más leña al fuego. En una entrevista con Variety en mayo de 2025, Ford criticó duramente la decisión del director Mark Mylod de elegir al actor británico negro Paapa Essiedu para interpretar a Severus Snape, calificándola de “un casting estúpido y progresista” que socava la visión original de J.K. Rowling. Ford, conocido por sus papeles en Star Wars e Indiana Jones, también instó a los fans a apoyar la supuesta demanda de Rowling para reclamar los derechos de autor de Harry Potter a Warner Bros. Discovery, intensificando un debate ya divisivo dentro del fandom.

Los comentarios de Ford llegan mientras HBO se enfrenta a un aluvión de más de 50.000 cartas exigiendo la retirada de Essiedu del papel, con los fans citando la descripción de Snape en los libros de Rowling como de “piel cetrina, pelo negro grasiento y nariz aguileña”, lo que implica un personaje blanco. La reacción, amplificada en plataformas como X y Reddit, acusa a HBO de priorizar la diversidad sobre la fidelidad, con hashtags como #FixSnape como tendencia. Ford se hizo eco de estos sentimientos, declarando: “No se trata de talento, Essiedu es un buen actor, pero Snape es un personaje específico creado por Rowling. Cambiar eso para marcar casillas es perezoso e irrespetuoso con la fuente”. Argumentó que el casting corre el riesgo de alterar el complejo arco de Snape, en particular su uso de “sangre sucia” y su condición de forastero, que podría adquirir connotaciones raciales no deseadas.

El actor de 82 años, quien anteriormente ha evitado las controversias políticas, sorprendió a muchos con su postura franca. Ford elogió a Rowling como “un genio literario” cuya obra merece protección, instando a los fans a apoyar sus esfuerzos legales. “Rowling creó un mundo que miles de millones de personas aman. Si lucha por mantenerlo fiel, debemos apoyarla”, dijo. Los informes sugieren que Rowling está preparando una demanda para recuperar el control de los derechos de autor de Harry Potter, frustrada por las libertades creativas de HBO. Una demanda exitosa podría otorgarle poder de veto sobre las decisiones de casting y narrativa, lo que podría afectar el papel de Essiedu y la trayectoria de la nueva versión.
HBO ha defendido a Essiedu, y la showrunner Francesca Gardiner lo ha calificado de “perfectamente adecuado” para representar la profundidad y complejidad de Snape. El diverso elenco de la cadena, que incluye a John Lithgow como Dumbledore y a Janet McTeer como McGonagall, refleja su compromiso con la inclusión. Casey Bloys, director ejecutivo de HBO, desestimó los llamados a boicot en el podcast The Town, destacando el éxito de Hogwarts Legacy a pesar de controversias similares. Sin embargo, la intervención de Ford ha envalentonado a los críticos, con publicaciones X como “¡Harrison Ford lo entiende! ¡Basta de tonterías progresistas!” ganando terreno. Algunos fanáticos incluso lanzaron una petición apoyando la demanda de Rowling, que ha reunido 10,000 firmas.

La controversia tiene matices. Algunos fans negros y latinos argumentan que la elección de Essiedu podría complicar la narrativa de Snape, con el riesgo de que se malinterpreten sus acciones como racialmente motivadas. Otros, sin embargo, lo ven como una reinvención audaz, como escribió un usuario de X: «Essiedu podría aportar una nueva dimensión a Snape. ¿Por qué no darle una oportunidad?». El debate evoca controversias pasadas sobre el casting, como el abuso racista que sufrió Noma Dumezweni como Hermione en Harry Potter y el legado maldito. Essiedu, quien firmó una carta por los derechos de las personas trans en 2020, ha recibido comentarios de odio, lo que ha llevado a sus seguidores a manifestarse con #StandWithPaapa.

Las propias controversias de Rowling añaden complejidad. Sus opiniones críticas sobre el género han alejado a los fans más jóvenes, y una encuesta de YouGov muestra que el 41% de la Generación Z se siente menos conectada con Harry Potter. La postura de Essiedu con los derechos de las personas trans, junto con coprotagonistas como Eddie Redmayne, ha alimentado la especulación sobre posibles tensiones con Rowling, aunque ella aclaró en X: «No tengo autoridad para despedir actores, ni lo haría». El reinicio, anunciado como una «adaptación fiel», debe sortear estas dificultades a la vez que satisface a una audiencia global.
Los comentarios de Ford han generado críticas por exacerbar un discurso ya de por sí tóxico. Un artículo de opinión del Guardian calificó sus declaraciones de “decepcionantes”, argumentando que desestiman el valor de una representación diversa. Sin embargo, su fama ha amplificado el movimiento contra el casting, y se espera que las campañas de cartas superen las 60.000. El rodaje en los estudios Leavesden comenzará este verano, pero la creciente presión podría obligar a HBO a reconsiderar su enfoque.
El reinicio de Harry Potter pretendía reavivar la magia, pero ahora se ha convertido en un foco de controversia cultural. La intervención de Ford, sumada a la estrategia legal de Rowling, subraya los desafíos de adaptar una franquicia tan querida en una era tan polarizada. Mientras el mundo mágico lidia con su identidad, el Snape de Essiedu sigue siendo el centro de una saga que gira tanto en torno a la sociedad como a la narrativa.