En un giro digno de una telenovela con tintes políticos y familiares, Errol Musk, el polémico padre del multimillonario Elon Musk, ha provocado un terremoto mediático al declarar abiertamente su apoyo a Donald Trump y al mismo tiempo acusar a su hijo de padecer un trastorno de estrés postraumático (TEPT), supuestamente derivado de su infancia y sus experiencias profesionales.

Un padre que ataca sin piedad
Durante una entrevista emitida por un canal conservador estadounidense, Errol Musk no se contuvo.
“Elon no está bien. Ese chico arrastra traumas desde que era niño. Necesita ayuda psicológica, no admiradores. No es un genio, es un hombre quebrado por la ansiedad y la presión,ˮ declaró sin rodeos.
Sus palabras han desatado una ola de reacciones en redes sociales y medios de comunicación de todo el mundo. Lo que parecía una entrevista más se convirtió en una bomba familiar a escala global.
Aliado de Trump, enemigo de Elon
Lo que sorprendió aún más fue que, en esa misma entrevista, Errol Musk expresó su apoyo total a Donald Trump, afirmando que “América necesita líderes fuertes como él, no soñadores con coches voladores y robots inútiles.”
Muchos interpretan este gesto como un intento deliberado de humillar a Elon, conocido por sus posturas tecnológicas avanzadas y sus intervenciones políticas ambiguas. En un momento en que Tesla sufre fuertes pérdidas económicas y la figura de Elon está bajo constante escrutinio, la puñalada del padre no podría haber llegado en peor momento.
Elon Musk responde con un tuit enigmático
Aunque Elon Musk no respondió directamente a las acusaciones, sí publicó un mensaje misterioso en X (antes Twitter), unas horas después de la entrevista:
“Cuando quienes te criaron intentan destruirte… sabes que has ganado.”
Este tuit, que acumuló millones de interacciones en cuestión de horas, fue interpretado por muchos como una respuesta clara a las declaraciones de su padre.
Una relación rota desde hace años
No es la primera vez que la relación entre padre e hijo sale mal parada ante la opinión pública. Elon ya ha calificado a Errol como un “ser humano terrible”, y en diversas ocasiones ha hablado del sufrimiento que vivió durante su infancia en Sudáfrica. Por su parte, Errol Musk nunca ha mostrado orgullo por los logros de su hijo, ni siquiera en los momentos más altos de SpaceX o Tesla.
La historia familiar se complica aún más con las controversias personales de Errol, incluida su relación con su hijastra, con quien tuvo dos hijos, lo que provocó escándalo internacional.
Dos mundos en conflicto
Este nuevo episodio pone en evidencia el choque entre dos generaciones y dos visiones del mundo. Mientras Elon representa la innovación, la inteligencia artificial y la exploración espacial, Errol encarna una figura conservadora, aferrada a valores tradicionales y cada vez más alineada con movimientos populistas.
Su respaldo a Trump y sus críticas a Elon no solo son una agresión personal, sino también una declaración ideológica contra lo que representa su hijo en el imaginario colectivo: el futuro, la tecnología, el riesgo y el cambio.
Internet en llamas
Los hashtags #ErrolMusk, #ElonDrama y #GuerraFamiliar se posicionaron rápidamente entre las tendencias mundiales. Las redes se dividieron: unos defendiendo a Elon, otros aplaudiendo la “valentía” de Errol por hablar de salud mental.
Sin embargo, varios expertos en psicología han criticado severamente la actitud del padre.
“Etiquetar a un familiar públicamente con un diagnóstico como el TEPT sin evaluación clínica es irresponsable y dañino,” explicó la psiquiatra española Lucía Ramírez en El País.
¿Qué sigue?
El futuro de esta relación parece cada vez más incierto. Algunos sugieren que Elon tomará medidas legales para proteger su imagen. Otros creen que simplemente optará por el silencio definitivo, borrando a Errol de su vida por completo.
Sea cual sea el desenlace, esta historia revela una verdad profunda: ni siquiera los hombres más poderosos del planeta pueden escapar de las heridas familiares. Entre traumas pasados, visiones opuestas y un escenario mediático feroz, la guerra entre padre e hijo Musk no ha hecho más que comenzar.