Elon Musk, el magnate detrás de Tesla, SpaceX y algunas de las ideas más audaces del siglo XXI, ha vuelto a capturar la atención mundial. Pero esta vez no se trata de un nuevo cohete, ni de avances tecnológicos revolucionarios, sino de una revelación personal de proporciones casi míticas: ahora es padre de 14 hijos y afirma que su misión es formar una “legión” de descendientes para prepararse ante un futuro incierto.

Una confesión íntima que sacude las redes

En una entrevista reciente en un conocido pódcast estadounidense, Musk confirmó que tiene oficialmente 14 hijos, algunos conocidos públicamente y otros fruto de relaciones más discretas. En sus propias palabras:

“Nos enfrentamos a un colapso demográfico mundial. Mi solución es simple: contribuir directamente a crear la próxima generación.”

La declaración se volvió viral en cuestión de horas. El hashtag #MuskBabyBoom lideró las tendencias en X (antes Twitter), mientras millones de usuarios debatían si el multimillonario intenta verdaderamente repoblar la Tierra o simplemente busca titulares sensacionalistas.

Una visión sobre el destino de la civilización

El temor de Elon Musk sobre la disminución de la natalidad no es nuevo. Ha advertido desde hace años que el verdadero problema de la humanidad no es la sobrepoblación, sino lo contrario.

“El colapso de la población es una amenaza mucho mayor de lo que la mayoría cree”, ha dicho en repetidas ocasiones. “Si no nacen suficientes humanos, la civilización se desmoronará.”

Según esa lógica, su creciente número de hijos no sería una extravagancia, sino un acto de responsabilidad ante lo que él considera una crisis existencial. Incluso ha instado a otras figuras influyentes a tener más hijos y “cumplir su deber biológico”.

¿Profecía apocalíptica o delirio tecnocrático?

Lo que realmente ha generado conmoción ha sido una parte más críptica de su discurso. Musk insinuó la posibilidad de una “catástrofe tecnológica o ecológica” en el horizonte, y sugirió que sus hijos podrían ser parte esencial de la reconstrucción de la humanidad.

No ofreció detalles específicos, pero su tono parecía más el de un profeta que el de un ingeniero. Esto ha dividido a la opinión pública. Para algunos, es un visionario que ve más allá de lo inmediato; para otros, sus palabras rozan la megalomanía.

Reacciones encontradas

Mientras muchos aplauden su llamado a repoblar el mundo, otros critican su enfoque. Algunos lo acusan de tratar la paternidad como un experimento genético, y de promover una visión elitista del futuro.

Organizaciones de derechos reproductivos y expertos en bioética han advertido sobre los peligros de glorificar la concentración genética en manos de unas pocas figuras poderosas, comparándolo incluso con antiguas ideologías eugenésicas.

¿Salvador o provocador?

Como es habitual en Elon Musk, es difícil distinguir entre estrategia mediática y convicción personal. Su vida y declaraciones a menudo mezclan ciencia, filosofía, espectáculo y provocación.

Con sus 14 hijos, sus proyectos interplanetarios y ahora su supuesto plan ante el apocalipsis, Musk continúa impulsando su particular visión del futuro. La gran pregunta es: ¿está el mundo preparado para seguirlo en esta cruzada natalista antes del fin de los tiempos?