Este fin de semana en Austin, Texas, el mundo del espectáculo y del automovilismo se quedó sorprendido al ver a Elon Musk llegar al Gran Premio de Fórmula 1 acompañado de su hijo de tres años, X Æ A-Xii, mientras sigue librando una intensa batalla por la custodia contra la cantante canadiense Grimes.

La imagen del magnate tecnológico paseando por el paddock de la F1 con su pequeño hijo, protegido con auriculares para el ruido y una camiseta de Tesla, rápidamente se volvió viral. Musk saludó sonriente a los periodistas, pero evitó hacer comentarios sobre el proceso legal en curso.

“Quiero que mi hijo vea de cerca la innovación, la velocidad y la ingeniería de primer nivel”, dijo brevemente cuando un reportero le preguntó por qué llevó a X a un evento tan ruidoso e intenso.

Un contexto familiar tenso

Esta aparición pública se produce en medio de un conflicto judicial en aumento entre Musk y Grimes (nombre real Claire Boucher), quienes comparten varios hijos. Aunque en el pasado mantuvieron una relación discreta, Grimes presentó recientemente una solicitud formal de custodia compartida, alegando que Musk ha dificultado su acceso a los niños desde su separación.

Según informes, Musk estaría buscando la custodia principal de X, argumentando que puede brindarle un entorno más estable y estimulante debido a sus recursos y estilo de vida. Grimes, por su parte, defiende un enfoque más emocional y creativo en la crianza de sus hijos.

¿Un mensaje sutil al tribunal?

Para muchos observadores, la presencia de Musk en el evento no fue una simple salida de fin de semana con su hijo. Fue una jugada estratégica. Al mostrarse como un padre presente, cariñoso y comprometido, Musk podría estar reforzando su imagen pública justo cuando se intensifica la batalla por la custodia.

“No es casualidad. Elon sabe lo que está haciendo”, comentó una experta en relaciones públicas. “Está enviando un mensaje no solo al público, sino también al sistema judicial: es un padre implicado y capaz.”

Grimes responde de forma indirecta

Grimes no asistió al evento ni hizo declaraciones públicas al respecto. Sin embargo, pocas horas después de que se difundieran las imágenes de Musk con X en Austin, compartió una story en Instagram con una cita enigmática:

“El amor no se mide por las apariciones públicas, sino por los silencios compartidos y la presencia constante.”

Muchos interpretaron esto como una respuesta indirecta a la estrategia mediática de Musk.

Un padre bajo los reflectores

Elon Musk, quien ya es padre de once hijos con varias exparejas, continúa siendo una figura pública que combina el poder empresarial, la controversia y la paternidad como pocos. Esta aparición pública, en medio de una batalla legal por la custodia, muestra cómo Musk entrelaza su vida privada y su imagen pública con habilidad estratégica.

¿Qué sigue?

El proceso legal por la custodia continuará en las próximas semanas. Mientras tanto, las imágenes de Musk con su hijo disfrutando de la Fórmula 1 están por todas las redes sociales. Para algunos es un gesto tierno, para otros una maniobra legal cuidadosamente calculada.

Lo cierto es que la batalla entre Musk y Grimes aún está lejos de terminar, y cada movimiento —público o privado— parece contar.