Ellen DeGeneres comienza un nuevo capítulo lejos de Estados Unidos en la tranquilidad del campo inglés
Ellen DeGeneres, la icónica comediante y presentadora de televisión ganadora de múltiples premios Emmy, ha tomado la inesperada decisión de dejar Estados Unidos de manera indefinida. Reconocida por su exitoso programa The Ellen DeGeneres Show, Ellen sorprendió al mundo al vender su famosa mansión en Montecito, California, y mudarse a la serenidad del campo inglés. Con una declaración contundente —“No volveré a Estados Unidos”—, la estrella inicia un nuevo capítulo en busca de tranquilidad, lejos de los reflectores de Hollywood y de las controversias que marcaron los últimos años de su carrera.
El proceso que llevó a Ellen a tomar esta decisión comenzó tras el final de su programa en 2022, en medio de acusaciones de mala conducta laboral que generaron una intensa cobertura mediática. Aunque negó gran parte de los señalamientos, el impacto en su imagen fue innegable. Tras meses de especulación, fuentes cercanas revelaron que la mudanza es un intento de Ellen por dejar atrás la negatividad y encontrar un estilo de vida más sencillo y satisfactorio.
Ahora, Ellen reside en un encantador pueblo de los Cotswolds, una región conocida por sus colinas ondulantes, cottages pintorescos y un ambiente de paz incomparable. Su nueva casa, una mansión del siglo XVIII rodeada de jardines exuberantes y vistas al campo, contrasta con su antigua propiedad en Montecito, famosa por su diseño moderno, piscinas infinitas y vistas al océano. Este cambio radical refleja el deseo de Ellen de desconectarse del lujo californiano y adoptar una vida más sencilla y auténtica.
La venta de su mansión en Montecito, valorada en 46 millones de dólares, también simboliza su alejamiento del exclusivo círculo de celebridades que define esa comunidad, hogar de figuras como Oprah Winfrey, el príncipe Harry y Meghan Markle. Ellen y su esposa, Portia de Rossi, eran figuras clave en este enclave de élite, pero la decisión de mudarse a Inglaterra marca un distanciamiento claro de la cultura de celebridad estadounidense, un mundo en el que Ellen fue protagonista durante décadas.
Ellen ha sido honesta respecto a sus motivos para abandonar Estados Unidos. Según sus propias palabras, “Estados Unidos ya no se siente como mi hogar. El ambiente se ha vuelto demasiado tóxico, tanto social como políticamente. Necesito un lugar donde pueda respirar, pensar y redescubrir quién soy, lejos del ruido”. Esta declaración ha resonado en otros artistas que, como ella, han buscado refugio en el extranjero para escapar del clima divisivo y de la presión mediática constante.
Las reacciones ante su decisión han sido variadas. Algunos de sus seguidores expresaron tristeza y comprensión, mientras que sus críticos la acusan de huir de las controversias en lugar de enfrentarlas. Otros señalan que su inmensa fortuna le permite escapar de las dificultades que enfrentan muchos estadounidenses comunes. A pesar de ello, Ellen se mantiene firme en su decisión y determinada a seguir adelante bajo sus propios términos.
Sin embargo, este cambio no significa un retiro definitivo de su carrera. Desde su nuevo hogar en Inglaterra, Ellen planea explorar nuevas oportunidades creativas. Se rumorea que podría trabajar en proyectos televisivos con un enfoque diferente, como series documentales o programas de entrevistas con un tono más serio. Según allegados, “esto no es un retiro, es una reinvención”.
La tranquilidad del campo inglés también le brinda la oportunidad de reconectar con su amor por la naturaleza y los animales. Fiel a su pasión por la conservación, Ellen tiene planes de dedicar más tiempo a la filantropía y a proyectos personales. Amigos cercanos destacan el renovado sentido de paz y propósito que la mudanza ha traído a su vida.
Portia de Rossi, su esposa y compañera de 15 años, comparte este entusiasmo por el cambio. La pareja, que siempre ha priorizado su vida personal sobre la fama, parece estar floreciendo en este nuevo entorno. Juntas, comparten intereses en el arte, los viajes y la filantropía, haciendo de esta etapa un viaje profundamente personal y significativo para ambas.
La partida de Ellen DeGeneres de Estados Unidos marca un momento trascendental, tanto para sus seguidores como para sus detractores. Para unos, representa la pérdida de una figura emblemática del entretenimiento, mientras que para otros, es un acto necesario de autoconservación. En cualquier caso, Ellen sigue generando conversación y capturando la atención, incluso desde lejos.
Ahora, en el pintoresco campo inglés, Ellen parece haber encontrado el nuevo comienzo que buscaba. Ya sea que regrese a Estados Unidos en el futuro o que permanezca en su refugio de tranquilidad, una cosa es segura: Ellen DeGeneres sigue viviendo su vida sin disculpas, fiel a sí misma, mientras redefine su legado con cada paso.