En un evento que ha dejado al mundo del boxeo en estado de shock, David Benavidez, conocido como el “Monstruo Mexicano”, ha destronado al legendario Saúl “Canelo” Álvarez en una pelea a puerta cerrada que tuvo lugar anoche en Riad, Arabia Saudita. Benavidez noqueó a Canelo en el cuarto asalto, arrebatándole no solo su trono como campeón indiscutido de peso supermediano, sino también una bolsa de 65 millones de dólares, en lo que muchos ya consideran una de las mayores sorpresas en la historia reciente del pugilismo.

La pelea, organizada por el jeque Turki Alalshikh y su iniciativa Riyadh Season, fue un evento exclusivo a puerta cerrada, al que solo asistieron un selecto grupo de invitados VIP y que no fue transmitido al público general. Según fuentes cercanas al evento, la pelea se concretó después de meses de negociaciones, con Alalshikh finalmente logrando convencer a Canelo de aceptar el combate al ofrecerle una suma que, aunque no alcanzó los 200 millones de dólares que el mexicano había exigido públicamente, sí incluyó incentivos que lo hicieron irresistible. Benavidez, por su parte, se llevó una bolsa de 65 millones de dólares, la más grande de su carrera hasta la fecha, además de los cuatro cinturones de peso supermediano que Canelo había defendido con tanto orgullo.
El enfrentamiento marcó el fin de una larga rivalidad que había dividido a los fanáticos del boxeo. Durante años, Benavidez, retador obligatorio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), había presionado para enfrentar a Canelo, quien constantemente lo evadía, argumentando que el “Monstruo Mexicano” no ofrecía nada más que “25 libras de ventaja en el ring”. Sin embargo, la presión de los aficionados y la intervención de Alalshikh finalmente hicieron posible el combate que todos querían ver.

El combate comenzó con un Canelo confiado, utilizando su experiencia para mantener a Benavidez a distancia en los primeros dos asaltos. El campeón conectó varios golpes de poder, pero Benavidez, con su característica agresividad, comenzó a cerrar la distancia en el tercer round, castigando el cuerpo de Canelo con combinaciones brutales. Fue en el cuarto asalto cuando todo cambió: Benavidez conectó un gancho de izquierda devastador al hígado de Canelo, seguido de un uppercut directo a la mandíbula que envió al mexicano a la lona por primera vez en más de una década.
El árbitro detuvo la pelea a los 2:47 del cuarto asalto, declarando a Benavidez como el nuevo campeón indiscutido de peso supermediano. El público presente, que incluía a figuras como el propio Alalshikh y varias celebridades internacionales, quedó en silencio absoluto, incapaz de procesar lo que acababa de presenciar. Canelo, visiblemente aturdido, permaneció en la lona durante varios minutos mientras Benavidez celebraba con su equipo, levantando los cinturones que ahora le pertenecen.
La noticia del nocaut se filtró rápidamente a través de las redes sociales, a pesar de la naturaleza privada del evento. En X, los fanáticos estallaron en una mezcla de incredulidad y euforia. “¡El rey ha caído! Benavidez lo hizo, esto es histórico”, escribió un usuario, mientras otro lamentaba: “Canelo no merecía esto, pero Benavidez es un monstruo”. Incluso José Benavidez Sr., padre y entrenador de David, no pudo contener su emoción, declarando a *Boxing Scene*: “Siempre supe que mi hijo lo noquearía. Canelo sabía que este día llegaría, por eso pedía 200 millones. ¡Ahora el mundo sabe quién es el verdadero rey!”
Por su parte, Canelo, quien sufrió su tercera derrota en 64 peleas (61-3, 39 KOs), no dio declaraciones inmediatas tras el combate. Sin embargo, su entrenador Eddy Reynoso expresó su decepción, afirmando que “Saúl no estaba al 100% esta noche, pero no hay excusas. Benavidez fue mejor y hay que aceptarlo”. La derrota marca un punto de inflexión en la carrera de Canelo, quien a sus 34 años podría estar enfrentando el ocaso de su reinado.
David Benavidez (30-0, 25 KOs), a sus 28 años, ha cumplido su promesa de destronar a Canelo y ahora se posiciona como el nuevo rostro del boxeo en peso supermediano. Con los cuatro cinturones en su poder, Benavidez no solo se llevó el trono, sino también una bolsa de 65 millones de dólares, consolidándose como una de las estrellas más grandes del deporte. En una breve entrevista post-pelea, el “Monstruo Mexicano” dedicó su victoria a sus fanáticos: “Esto es para todos los que creyeron en mí. Canelo es una leyenda, pero esta es mi era ahora”.
El impacto de esta pelea va más allá del ring. La derrota de Canelo podría abrir la puerta a una revancha, aunque algunos expertos creen que el mexicano podría optar por subir a peso semipesado para enfrentar a Dmitry Bivol, quien lo venció en 2022, en un intento por redimirse. Mientras tanto, Benavidez ya ha puesto su mirada en nuevos retos, mencionando a Terence Crawford y al ganador de la revancha entre Bivol y Artur Beterbiev como posibles oponentes.
La naturaleza a puerta cerrada de la pelea ha generado controversia, con muchos fanáticos criticando la decisión de no transmitir el evento al público general. Sin embargo, Alalshikh defendió la exclusividad, afirmando que “queríamos que este momento fuera histórico y único, reservado para un público selecto”. Se espera que un documental sobre la pelea sea lanzado en las próximas semanas, lo que permitirá a los fanáticos revivir el momento en que el “Rey” fue derrocado.
El mundo del boxeo ha cambiado para siempre con esta victoria de David Benavidez. Mientras Canelo enfrenta un futuro incierto, el “Monstruo Mexicano” se alza como el nuevo monarca, dispuesto a defender su trono contra cualquier retador. ¿Marcará esto el fin de una era para Canelo, o será el comienzo de una rivalidad épica? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, el grito resuena en todo el mundo: ¡el rey ha sido derrocado!