El mundo de la Fórmula 1 se ha visto sacudido por las recientes declaraciones de Antonio Pérez Garibay, padre del piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez, quien ha acusado a Red Bull de obstaculizar deliberadamente las posibilidades de su hijo para convertirse en campeón mundial. Estas afirmaciones han generado un intenso debate entre los aficionados y expertos del automovilismo, poniendo en el centro de la controversia la relación entre el equipo y el piloto tras su salida en 2024.
Según Pérez Garibay, Red Bull habría tomado decisiones estratégicas que limitaron el rendimiento de Checo durante la temporada 2024, a pesar de que el mexicano mostró un inicio prometedor con cuatro podios en las primeras cinco carreras. Las acusaciones sugieren que el equipo priorizó al compañero de Pérez, Max Verstappen, quien dominó la temporada y se alzó con su cuarto título consecutivo. Estas declaraciones han resonado especialmente entre los seguidores mexicanos, quienes han apoyado incondicionalmente a Checo a lo largo de su carrera.
La relación entre Checo Pérez y Red Bull comenzó en 2021, cuando el mexicano se unió al equipo tras una destacada temporada con Racing Point. Durante su tiempo con Red Bull, Pérez logró cinco victorias, incluyendo circuitos urbanos icónicos como Mónaco y Singapur, y contribuyó significativamente a dos campeonatos de constructores. Sin embargo, la temporada 2024 marcó un punto de inflexión. A pesar de un contrato renovado hasta 2026, los malos resultados en la segunda mitad del año, con solo 152 puntos y un octavo puesto en el campeonato, llevaron a la rescisión mutua de su contrato. Liam Lawson fue anunciado como su reemplazo, una decisión que muchos consideran controversial.
Antonio Pérez Garibay ha insinuado que las actualizaciones del monoplaza RB20 favorecieron a Verstappen, dejando a Checo con un auto difícil de controlar, especialmente en condiciones variables como lluvia o viento. Estas dificultades se hicieron evidentes en carreras como el Gran Premio de México, donde Pérez no logró sumar puntos, decepcionando a su público local. Las críticas de la prensa británica y la presión interna del equipo, liderado por Christian Horner y Helmut Marko, habrían añadido más tensión a la situación, según el padre del piloto.
A pesar de su salida de Red Bull, el futuro de Checo Pérez parece prometedor. En 2026, el mexicano regresará a la Fórmula 1 con Cadillac, un nuevo equipo que busca establecerse como una fuerza competitiva. Esta oportunidad representa un nuevo comienzo para Pérez, quien ha expresado su deseo de seguir compitiendo al más alto nivel. Sus estadísticas, con seis victorias, tres poles y 39 podios, lo consolidan como el piloto mexicano más exitoso en la historia de la categoría.
Las acusaciones de Antonio Pérez Garibay han avivado el debate sobre la dinámica interna de Red Bull y su impacto en los pilotos. Mientras algunos defienden la estrategia del equipo, otros consideran que Checo fue injustamente relegado. Lo cierto es que su legado en la Fórmula 1 sigue creciendo, y su próximo capítulo con Cadillac será clave para demostrar que aún tiene mucho por ofrecer en la máxima categoría del automovilismo.