El fandom de Harry Potter, antaño un referente de unidad, se ha convertido en un campo de batalla dividido, ya que el próximo reinicio televisivo de HBO se enfrenta a una reacción negativa sin precedentes. Hasta el 8 de mayo de 2025, más de 50.000 cartas han inundado las oficinas de HBO exigiendo la destitución de Paapa Essiedu, el actor británico negro elegido para interpretar a Severus Snape. Esta cifra, superior a las 30.000 de hace apenas unas semanas, refleja la creciente controversia alimentada por los fans que afirman que la elección de Essiedu traiciona la descripción del personaje en las novelas de J.K. Rowling. Para agravar el caos, algunos informes sugieren que Rowling está preparando una demanda contra Warner Bros. Discovery para reclamar los derechos de autor de su serie de Harry Potter, una medida que podría transformar el futuro de la franquicia.

Essiedu, conocido por sus aclamados papeles en I May Destroy You y Gangs of London, fue anunciado como Snape en abril de 2025, lo que desató un debate inmediato. En los libros de Rowling, Snape es descrito como de “piel cetrina, cabello negro grasiento y nariz aguileña”, lo que llevó a algunos fanáticos a insistir en que es canónicamente blanco. Las plataformas de redes sociales como X, Reddit y TikTok han amplificado las protestas, con publicaciones que denuncian el casting como “cambio de raza” y acusan a HBO de priorizar la diversidad sobre la fidelidad. Un usuario de X escribió: “Snape es blanco en los libros, así que debería estar en la serie. Esto es una tontería de DEI”, mientras que otro advirtió que el acoso de James Potter a un Snape negro podría malinterpretarse como racialmente cargado. El hashtag #FixSnape se ha vuelto tendencia, con los fanáticos inundando el Instagram de HBO y enviando cartas a su sede.

La reacción negativa no se limita a la raza. Algunos críticos negros y latinos argumentan que elegir a Essiedu podría alterar la narrativa de Snape, en particular su uso del término “sangre sucia” y su condición de marginado, lo que podría adquirir connotaciones raciales indeseadas. Un usuario de Reddit comentó: “Las decisiones de Snape deberían reflejar su personalidad, no dinámicas raciales ausentes en los libros”. Otros recuerdan el acoso que sufrió Noma Dumezweni, quien sufrió abusos racistas por su papel de Hermione en Harry Potter y el legado maldito. Essiedu ya ha recibido comentarios de odio, como una publicación en X que lo calificó de “una pesadilla para las relaciones públicas”. Sin embargo, sus seguidores defienden su talento, y un fan en X declaró: “Paapa Essiedu es fenomenal. Este podría ser un casting inspirador si se le diera la oportunidad”.

HBO se ha mantenido firme, con la showrunner Francesca Gardiner y el director Mark Mylod elogiando el “extraordinario talento” de Essiedu en una declaración a Deadline. La decisión de la cadena se alinea con la diversidad de su elenco, que incluye a John Lithgow como Dumbledore, Janet McTeer como McGonagall y Nick Frost como Hagrid. El director de HBO, Casey Bloys, al abordar la controversia en el podcast The Town, enfatizó que la serie no está “impregnada” de las opiniones de Rowling y desestimó los llamados al boicot, citando el éxito de Hogwarts Legacy. El rodaje comenzará este verano en los estudios Leavesden, con un estreno previsto para 2026 o 2027.

El rumoreado juicio de Rowling añade leña al fuego. Fuentes afirman que busca recuperar el control de los derechos de autor de Harry Potter, frustrada por lo que percibe como desviaciones de su visión. Si bien Rowling ha guardado silencio sobre el casting de Essiedu, sus batallas legales pasadas, como demandas contra secuelas no autorizadas y obras derivadas, sugieren que no teme desafiar a Warner Bros. En 2008, demandó por Hari Puttar: A Comedy of Terrors por similitud en el título, y en 2011, ganó contra una obra plagiada. Una demanda exitosa podría otorgarle poder de veto sobre decisiones creativas, lo que podría afectar el papel de Essiedu y la dirección del reinicio. Los fanáticos de X especulan que su movimiento legal podría envalentonar la campaña de escritura de cartas, con una publicación que predice: “Si Rowling gana, HBO tendrá que cambiar el reparto de Snape”.
La controversia refleja tensiones más amplias dentro del fandom. Las opiniones críticas de Rowling sobre el género han distanciado a algunos fans, y el 41% de la Generación Z afirma sentirse “menos conectado” con Harry Potter, según una encuesta de YouGov. La firma de Essiedu de una carta de derechos trans, junto con estrellas como Eddie Redmayne y Katie Leung, complicó aún más las cosas, aunque Rowling declaró en X: “No tengo el poder de despedir a un actor, ni lo tendría si lo tuviera”. La serie, anunciada como una “adaptación fiel”, se enfrenta al reto de equilibrar el canon con la inclusividad moderna.
A medida que aumenta el número de letras, el reinicio de HBO se encuentra en una encrucijada. La elección de Essiedu podría redefinir a Snape para una nueva generación o profundizar las fracturas de la franquicia. Con la inminente demanda de Rowling, el futuro del mundo mágico pende de un hilo, demostrando que ni siquiera la magia puede escapar de los conflictos del mundo real.