El mundo de la Fórmula 1 está nuevamente sumido en la polémica tras la filtración de una grabación privada del campeón mundial Max Verstappen, donde se lo escucha expresando su frustración sin filtros hacia los oficiales de la FIA, tras recibir una controvertida penalización de cinco segundos durante el Gran Premio de China.

En la grabación, que rápidamente se ha viralizado en redes sociales, Verstappen conversa con su novia, Kelly Piquet, en lo que parece ser una charla posterior a la carrera en su habitación de hotel. Sus palabras son duras y directas:

“El jefe de la FIA es realmente irrazonable. Esa penalización de cinco segundos fue pura política. No podía decir nada en cámara… me habrían multado. Pero esto se está saliendo de control.”

La penalización se impuso en la vuelta 37, cuando los comisarios consideraron que Verstappen ganó ventaja de manera indebida al salirse de los límites de la pista mientras defendía su posición frente a Lando Norris. La decisión fue polémica desde el inicio, dividiendo opiniones entre analistas y fanáticos.

Silencio en público, furia en privado

Lo que hace que esta revelación sea aún más impactante es el contraste entre la postura calmada de Verstappen durante las entrevistas oficiales y su enfado en privado.

En la rueda de prensa posterior a la carrera, el piloto declaró:

“Confío en que los comisarios tomaron la decisión que consideraron correcta. Es desafortunado, pero hay que seguir adelante.”

Ahora, con la grabación filtrada, muchos se preguntan si su actitud profesional frente a las cámaras ocultaba una profunda molestia personal.

El presidente de la FIA responde con enojo

La situación escaló cuando el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, fue informado de la grabación. Según fuentes internas, el dirigente se mostró “visiblemente furioso” y ya ha sostenido reuniones con asesores legales y los comisarios del GP de China.

Un comunicado oficial de la FIA indicó:

“La reciente filtración relacionada con el Sr. Verstappen está siendo analizada. Si bien respetamos el derecho de los pilotos a expresar opiniones personales, esperamos que todos los participantes mantengan la integridad del deporte, tanto dentro como fuera de la pista. Los comentarios despectivos hacia los oficiales de la FIA podrían acarrear consecuencias formales.”

Se especula que Verstappen podría enfrentar sanciones disciplinarias, no por la penalización en sí, sino por la falta de respeto hacia la institución revelada en el audio.

Las redes sociales arden

En redes, hashtags como #FIAExpuesta, #JusticiaParaMax y #FiltraciónVerstappen son tendencia global. El ex campeón mundial Jacques Villeneuve opinó:

“Esto refleja un problema más profundo. Hay una gran brecha de comunicación entre la FIA y los pilotos. Verstappen no debió decir lo que dijo, pero quizás debemos preguntarnos por qué lo siente así.”

Por su parte, Red Bull Racing se ha negado a hacer declaraciones oficiales, aunque se espera que el director del equipo, Christian Horner, hable en la previa del Gran Premio de Miami.

¿Qué pasará ahora?

Aún no está claro si la FIA tomará acciones contra Verstappen por comentarios realizados en lo que aparentemente era una conversación privada. Sin embargo, el daño ya está hecho: la relación entre el organismo regulador y su mayor estrella parece estar en uno de sus peores momentos.

Con la tensión al límite y una temporada ya de por sí dramática, la Fórmula 1 se enfrenta ahora a una nueva tormenta… esta vez fuera de la pista.