El jefe de Ducati sorprendió a todo el MotoGP al presentar pruebas que denunciaban el próximo motor de Yamaha en Aragón como una “trampa”. Inmediatamente, el presidente de la FIM intervino para confirmarlo. 👇👇
En un dramático giro de los acontecimientos que ha conmocionado al paddock de MotoGP, el propietario de Ducati ha acusado públicamente a Yamaha de utilizar un motor ilegal para el próximo Gran Premio de Aragón, desatando una acalorada polémica en el mundo del motociclismo. Las acusaciones, respaldadas por pruebas irrefutables, según Ducati, han provocado una respuesta inmediata del presidente de la Fédération Internationale de Motocyclisme (FIM), quien ha confirmado que se está llevando a cabo una investigación. Este escándalo amenaza con eclipsar la tan esperada ronda del MotoGP de Aragón de 2025 y podría tener importantes consecuencias para el campeonato.
Las acusaciones surgieron el martes por la noche cuando la cúpula directiva de Ducati, encabezada por el CEO Claudio Domenicali, ofreció una rueda de prensa improvisada en el circuito de Misano. Domenicali reveló que el equipo técnico de Ducati había descubierto discrepancias en las especificaciones del motor de Yamaha durante los análisis rutinarios previos a la carrera. Según Ducati, el motor que Yamaha planea estrenar en Aragón no cumple con la estricta normativa de homologación de MotoGP, que exige que todos los motores sean presentados y aprobados antes del inicio de la temporada. Domenicali declaró: «Tenemos pruebas concretas de que el nuevo motor de Yamaha contiene componentes que no formaban parte de su diseño homologado. Esto constituye una clara violación de la normativa y socava la integridad del deporte».
Las pruebas, presentadas por Ducati a la FIM, incluyen, según se informa, documentos técnicos detallados y registros de datos que comparan el motor de Yamaha destinado a Aragón con la muestra homologada proporcionada a principios de este año. Fuentes cercanas a Ducati afirman que las discrepancias se deben a configuraciones de válvulas modificadas y materiales no autorizados, lo que podría ofrecer a Yamaha una ventaja en el rendimiento. Si bien los detalles de las pruebas se mantienen confidenciales a la espera de la investigación de la FIM, las acusaciones han reavivado la tensión entre ambos fabricantes, con un historial de rivalidad tanto dentro como fuera de la pista.
El presidente de la FIM, Jorge Viegas, respondió rápidamente a las acusaciones, emitiendo un comunicado en el que confirma que el organismo rector se está tomando el asunto en serio. “La FIM ha recibido las pruebas presentadas por Ducati y está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre las especificaciones del motor de Yamaha”, declaró Viegas. “Nos comprometemos a garantizar la imparcialidad y la transparencia en MotoGP, y cualquier infracción del reglamento técnico se sancionará como corresponde”. Viegas añadió que el equipo técnico de la FIM, liderado por el director técnico de MotoGP, Danny Aldridge, está trabajando para verificar las acusaciones antes del Gran Premio de Aragón, programado para el próximo fin de semana.
Yamaha, por su parte, ha negado rotundamente las acusaciones, calificándolas de infundadas y acusando a Ducati de intentar desestabilizar su campaña. En un comunicado oficial, el director de la división de carreras de Yamaha, Lin Jarvis, declaró: «Confiamos en que nuestros motores cumplen plenamente con el reglamento de MotoGP. Este es un intento de nuestros competidores de distraer la atención de sus propios desafíos. Estamos cooperando plenamente con la FIM para limpiar nuestro nombre». Los pilotos de Yamaha, incluido Fabio Quartararo, también han intervenido, y Quartararo ha expresado su frustración por el momento de las acusaciones. «Nos centramos en las carreras, no en la política», declaró durante una rueda de prensa. «Dejen que la FIM haga su trabajo y nosotros seguiremos haciendo el nuestro».
La controversia llega en un momento crítico de la temporada 2025 de MotoGP, con la pugna por el campeonato en alza. Yamaha ha mostrado una mejora significativa este año, con Quartararo probando un motor más potente en las últimas rondas, lo que aumenta las esperanzas de que el fabricante japonés recupere su mejor nivel. Sin embargo, el dominio de Ducati, liderado por pilotos como Pecco Bagnaia y Marc Márquez, ha supuesto un reto formidable. La acusación podría frenar el impulso de Yamaha y potencialmente acarrear severas sanciones, incluyendo deducciones de puntos o descalificaciones, como se vio en un incidente similar en 2020, cuando a Yamaha se le descontaron 50 puntos de constructores por utilizar válvulas no homologadas.
El paddock está repleto de especulaciones sobre los motivos detrás de la audaz decisión de Ducati. Algunos expertos sugieren que Ducati está aprovechando su experiencia técnica para obtener una ventaja psicológica, mientras que otros creen que las acusaciones reflejan una preocupación genuina por la equidad en el deporte. El escándalo de las válvulas de Yamaha en 2020, que también generó críticas de Andrea Dovizioso, de Ducati, se perfila como un precedente, lo que plantea dudas sobre la coherencia de la respuesta de la FIM. En ese incidente, Yamaha evitó las sanciones a los pilotos, una decisión que Ducati calificó de sentar un “precedente peligroso”.
Con la llegada del Gran Premio de Aragón, todas las miradas están puestas en la investigación de la FIM. Un fallo a favor de Ducati podría reestructurar la clasificación del campeonato y tensar aún más las relaciones entre los fabricantes. Por otro lado, si Yamaha es absuelta, podría reforzar su determinación y volver a centrar la atención en su rendimiento en pista. Sea cual sea el resultado, este escándalo ha reavivado el debate sobre la aplicación del reglamento técnico en MotoGP y el delicado equilibrio entre competición y cumplimiento. Tanto aficionados como equipos esperan el veredicto de la FIM, que podría definir el rumbo de la temporada 2025.