El mundo de MotoGP se vio sacudido por un acontecimiento sensacional el 9 de abril de 2025, cuando el equipo Ducati Lenovo anunció la sensacional decisión de excluir a Marc Márquez de su plantilla oficial con efecto inmediato. La noticia cayó como un rayo, sobre todo después de que el español, ocho veces campeón del mundo, fuera pillado promocionando de nuevo a Honda, la compañía con la que escribió páginas legendarias de su carrera antes de fichar por Ducati en 2024. “¡Se acabó el juego!”. Lo afirmó así sin rodeos Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse, en una conferencia de prensa improvisada celebrada en Borgo Panigale. Tan solo treinta minutos después, un representante de Honda intervino para aclarar la situación, alimentando aún más el caos y la especulación.

Todo comenzó cuando hoy circuló en las redes sociales un vídeo que mostraba a Márquez en una conversación informal durante un evento promocional. En el vídeo, el piloto elogió la Honda RC213V, llamándola “una moto que siempre llevaré en mi corazón” e insinuando que su vínculo con el fabricante japonés nunca se había roto realmente. Las palabras, pronunciadas con una sonrisa nostálgica, no pasaron desapercibidas ante la mirada atenta de la dirección de Ducati, que interpretó el gesto como una traición. Márquez, que desde 2025 corre en el equipo oficial Ducati junto a Francesco Bagnaia, ya había firmado un contrato de dos años con el fabricante italiano, un acuerdo que parecía destinado a traer estabilidad y éxito. Sin embargo, este episodio ha sacado a la luz tensiones subyacentes que, al parecer, habían estado latentes durante algún tiempo.
La reacción de Ducati fue rápida e implacable. Dall’Igna, visiblemente irritado, explicó la decisión: «Invertimos en Marc, le dimos una moto competitiva y todo nuestro apoyo. No podemos tolerar que nuestro piloto promueva a un rival, sobre todo después de todo lo que hemos hecho por él». La referencia es clara: Márquez, tras una adaptación en 2024 con el equipo satélite Gresini, logró tres victorias y un tercer puesto en el campeonato con la Desmosedici GP24, demostrando que todavía puede competir al más alto nivel. Pero este último paso en falso ha puesto fin a una asociación que prometía chispas. «No se trata solo de imagen», añadió Dall’Igna, «sino de respeto por el equipo y nuestros patrocinadores. Es un límite que no podemos permitirnos sobrepasar».
La historia tomó un giro aún más surrealista cuando, apenas media hora después del anuncio, un portavoz de Honda intervino con una declaración ambigua. “Estamos tan sorprendidos como usted”, dijo el representante. Marc no tiene contrato con nosotros para actividades promocionales en 2025, pero es natural que tenga un vínculo emocional con Honda después de once años y seis títulos mundiales. Verificaremos la situación. Las palabras han dejado lugar a mil interpretaciones: ¿es posible que Márquez esté negociando un regreso al fabricante japonés? ¿O fue simplemente un malentendido amplificado por la presión de los medios?
En el paddock las reacciones no se hicieron esperar. Francesco Bagnaia, compañero de equipo de Márquez, mantuvo un perfil bajo, limitándose a decir: “Cada uno toma sus decisiones, yo sólo pienso en ganar”. Pero entre los fanáticos y los conocedores, el debate continúa. Algunos ven la decisión de Ducati como excesiva, un signo de intransigencia que podría alejar a otros talentos. Otros, sin embargo, aplauden la firmeza, subrayando que un equipo oficial no puede permitirse la ambigüedad de sus mejores pilotos. Mientras tanto, Márquez aún no ha hecho declaraciones oficiales, pero fuentes cercanas al piloto hablan de “consternación” y de posibles acciones legales contra Ducati por incumplimiento de contrato.
La destitución de Márquez deja un enorme vacío en el equipo Ducati Lenovo, con la temporada 2025 recién comenzando. Hay rumores de que Enea Bastianini, degradado al equipo Tech3 KTM, podría ser llamado de vuelta, o que Jorge Martín, ahora en Aprilia, podría recibir una oferta para regresar a Borgo Panigale. Lo cierto es que este escándalo marca un punto de inflexión en la carrera de Márquez, quien a sus 32 años se encuentra nuevamente en una encrucijada. Tras dejar Honda para perseguir nuevos retos, su flirteo con el pasado puede haber cerrado las puertas a un glorioso presente con Ducati. Queda por ver si este será realmente el “final del juego” o sólo el comienzo de un nuevo e impredecible capítulo en la saga del fenómeno Cervera.