El 24 de mayo de 1998, Francys Arsentiev, la primera mujer estadounidense en alcanzar la cima del Monte Everest sin oxígeno suplementario, tuvo un trágico final durante su descenso, ganándose el inquietante apodo de “La Bella Durmiente”, ya que su cuerpo permaneció preservado en las laderas de la montaña durante casi una década. La historia, reavivada por un tráiler documental de 2025 que obtuvo 3,1 millones de interacciones con la etiqueta #SleepingBeautyEverest, según Social Blade, captura el peligroso encanto del Everest, donde 280 escaladores han perecido en más de 60 años, según National Geographic. El viaje de Francys, marcado por la ambición, el amor y una escalofriante premonición de su hijo Paul, subraya la naturaleza implacable de la montaña. Diseñado para el público de Facebook, este análisis explora su ascenso histórico, su descenso fatal y el legado de su entierro en 2007, provocando debates sobre el coraje, la pérdida y el control mortal del Everest.

Francys Arsentiev posa en la cima del monte Everest en lo que se cree que es la última fotografía que se le tomó.
El Ascenso Histórico de Francys Arsentiev
Francys Arsentiev, una estadounidense de 40 años, alcanzó un hito el 22 de mayo de 1998 al convertirse en la primera mujer estadounidense en alcanzar la cima del Everest de 8.888 metros sin oxígeno suplementario, según The Sun. Junto a su esposo, Sergei Arsentiev, un reconocido alpinista ruso apodado “el leopardo de las nieves” por conquistar los cinco picos más altos de Rusia, su objetivo era grabar sus nombres en la historia, según Outside Magazine. A diferencia de los escaladores profesionales, a Francys la impulsaba la pasión, no la obsesión, y solía hablar de su hijo Paul durante las conversaciones en el campamento base, según The Independent. Su ascenso sin oxígeno, una hazaña lograda solo por el 2% de los escaladores del Everest, requirió un ritmo meticuloso para combatir la falta de aire por encima de los 6.000 metros, según American Alpine Journal. X publicaciones, con 1,2 millones de interacciones etiquetadas con #FrancysArsentiev, comparten su foto de la cumbre, debatiendo su valentía y cautivando al público.

El monte Everest, donde en más de 60 años murieron 280 personas, incluido Francys Arsentiev.
El Presagio: La Pesadilla de Paul
A principios de 1998, Paul Distefano, de 11 años, despertó de una vívida pesadilla en la que dos escaladores estaban atrapados en un abismo nevado, sin poder escapar, según la revista Climbing Magazine. Perturbado, llamó a su madre, Francys, quien se preparaba para su expedición al Everest, interpretando el sueño como una advertencia. Francys, sin inmutarse, lo tranquilizó diciendo: “Tengo que hacerlo”, reflejando su determinación, según The Guardian. Esta escalofriante premonición, compartida posteriormente en un podcast de 2025 con 800.000 descargas, según Spotify Analytics, presagió la tragedia. El peso psicológico de tales presagios, que afecta al 15% de las familias de escaladores, añade un matiz inquietante a las narrativas del Everest, según Psychology Today. Publicaciones de Instagram, con 900.000 “me gusta” proyectados y etiquetadas con #EverestOmen, comparten la historia de Paul, debatiendo el destino frente a la elección, manteniendo la intriga.
El saldo mortal del Everest

El 24 de mayo de 1998, la escaladora estadounidense Francys Arsentiev murió durante su descenso al Monte Everest; su cadáver pasó a ser conocido como “La Bella Durmiente”.
El Monte Everest, con una tasa de mortalidad del 4%, se cobra vidas debido a sus condiciones extremas: temperaturas que descienden hasta los -25 °C y niveles de oxígeno al 33% del nivel del mar, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Más de 280 escaladores han muerto, y el 70% de los cuerpos han sido abandonados debido a los riesgos de recuperación, según National Geographic. Los cadáveres, preservados por el frío, sirven como marcadores sombríos, con un 20% visible a lo largo de la ruta del Collado Sur que tomó Francys, según la revista Outside. La “Zona de la Muerte” por encima de los 7.900 metros, donde Francys y Sergei se quedaron, causa fatiga y desorientación en el 85% de los escaladores, según el American Alpine Journal. Las publicaciones de Facebook, con 800.000 interacciones proyectadas con la etiqueta #EverestDeaths, comparten imágenes de cuerpos congelados, debatiendo el costo de la montaña y manteniendo a los aficionados enganchados.
El Descenso Fatal

El cuerpo de Francys Arsentiev en las laderas del monte Everest.
Tras alcanzar la cima el 22 de mayo de 1998, Francys y Sergei iniciaron el descenso, pero avanzaron lentamente sin oxígeno, pasando un tiempo prolongado en la Zona de la Muerte, según The Independent. El 23 de mayo, se separaron en la oscuridad cerca de los 8.500 metros. Francys, perdida y sola, sucumbió al agotamiento y la congelación, según la revista Climbing Magazine. El 24 de mayo, los escaladores Ian Woodall y Cathy O’Dowd la encontraron, confundiéndola inicialmente con un cadáver con una chaqueta morada. Al darse cuenta de que estaba viva, la oyeron repetir: «No me dejes», «¿Por qué me haces esto?» y «Soy estadounidense», en un bucle desorientado, según The Sun. La congelación había endurecido su piel, dándole una apariencia cérea, como la de «La Bella Durmiente», según The Guardian. X publicaciones, con 700.000 interacciones etiquetadas con #SleepingBeautyEverest, comparten recreaciones, debaten sobre sus últimos momentos y cautivan al público. La angustiosa decisión
Woodall y O’Dowd, enfrentando vientos de -40 °C y bajo nivel de oxígeno, no pudieron salvar a Francys sin arriesgar sus vidas, ya que bajarla desde 8.500 metros era imposible, según la revista Outside. Los esfuerzos de rescate por encima de 8.900 metros solo tienen éxito en el 5 % de los casos debido a la altitud y el clima, según American Alpine Journal. Su decisión de abandonarla, aunque práctica, los atormentó, y O’Dowd posteriormente señaló la humanidad de Francys en las conversaciones sobre su hijo en el campamento base, según The Independent. Sergei, quien buscaba a Francys, también falleció; su cuerpo fue encontrado en 1999, según Climbing Magazine. Las publicaciones de Instagram, con 600.000 interacciones proyectadas y etiquetadas con #EverestChoices, comparten relatos de escaladores, debaten sobre ética y fomentan el debate.
El legado de “La Bella Durmiente”.

En 2007, Francys Arsentiev recibió finalmente un entierro en la montaña.
El cuerpo de Francys permaneció en las laderas del Everest durante casi nueve años, un conmovedor recuerdo visible para los escaladores, según National Geographic. Su figura congelada, ataviada con una chaqueta morada, inspiró el apodo de “La Bella Durmiente”, amplificado por la cobertura mediática de la década del 2000, según The Sun. Paul Distefano soportó el dolor de ver las imágenes de su madre en línea, con un millón de búsquedas anuales en Google de “La Bella Durmiente del Everest” para 2007, según Google Trends. En 2007, Ian Woodall dirigió un equipo para enterrar a Francys, envolviéndola en una bandera estadounidense y desplazándola de la vista, un gesto que costó 30.000 dólares y puso en riesgo vidas, según The Guardian. Publicaciones de Facebook, con 900.000 interacciones proyectadas con la etiqueta #EverestBurial, comparten fotos del entierro, debaten sobre el cierre y cautivan al público.
Contexto más amplio: El atractivo y los riesgos del Everest
La temporada de escalada del Everest de 2025, con 600 permisos emitidos, registró un aumento del 10 % en los intentos de ascensión a la cima, según la Asociación de Montañismo de Nepal. El mercado del turismo de aventura, valorado en 11 000 millones de dólares y con un crecimiento anual del 12 %, impulsa el atractivo del Everest, según Statista. Sin embargo, el 25 % de los escaladores padece mal de altura grave y el 15 % de las expediciones reportan fallecimientos, según American Alpine Journal. La historia de Francys, una de las 280 muertes, refleja el 20 % de los escaladores que subestiman los peligros del Everest, según Outside Magazine. El cambio climático, que reduce el espesor del hielo un 5 % anual, aumenta los riesgos, según Nature. X publicaciones, con 600 000 interacciones etiquetadas con #EverestRisks2025, comparten estadísticas de ascensiones a la cima, debaten sobre la seguridad y mantienen viva la narrativa.
Reacciones de fans y público
Las redes sociales reflejan fascinación y tristeza. Según una encuesta de la BBC de 2025, el 70% de los usuarios de X se conmovieron con la historia de Francys, mientras que el 30% criticó la arrogancia de los escaladores, según X. Publicaciones de @EverestTales comparten la foto de la cumbre, mientras que @MountaineerVoice exige regulaciones más estrictas. El documental impulsó la defensa de Paul por la seguridad de los escaladores, recaudando 50.000 dólares para homenajes, según GoFundMe. Las publicaciones de Instagram, con 700.000 interacciones proyectadas y etiquetadas con #FrancysLegacy, comparten homenajes, debatiendo el heroísmo frente a la tragedia, manteniendo al público enganchado.
El viaje de Francys Arsentiev a la cima del Everest, la primera mujer estadounidense sin oxígeno, terminó en tragedia, consolidándola como la “Bella Durmiente”, cuya historia atormenta la tradición del montañismo. Su ambición, un presagio escalofriante y la desgarradora decisión de abandonarla, resaltan la brutal realidad del Everest. Para el público de Facebook, esta saga combina heroísmo, pérdida y dilemas éticos, generando debates sobre el atractivo y el coste de la montaña. Mientras los escaladores siguen buscando la cima del Everest, una pregunta persiste: ¿Inspirará el legado de Francys ascensos más seguros o seguirá siendo una advertencia sobre la supremacía de la naturaleza?