El director ejecutivo del Hamburg Open causó gran revuelo al descalificar inmediatamente a Alexander Zverev tras el partido y lanzar una fuerte crítica sarcástica sobre la declaración del tenista acerca de haber sufrido una intoxicación para obtener un trato preferencial.

El CEO utilizó 11 palabras impactantes para acusar a Zverev de “fingir una intoxicación”, poniendo en duda la veracidad de sus síntomas. En su comentario, insinuó que el jugador habría simulado la enfermedad para evitar ciertas responsabilidades o ganar ventajas durante el torneo.
Sin embargo, la respuesta de Alexander Zverev no tardó en llegar y rápidamente hizo eco en el mundo del tenis y en las redes sociales. El jugador declaró con firmeza: “Nadie finge cuando tiene 39.4 grados de fiebre y ha vomitado 37 veces”.
Esta afirmación provocó un intenso debate en los medios de comunicación y entre los aficionados, ya que muchos cuestionaron la credibilidad de Zverev. Algunos consideran que es imposible vomitar tantas veces, y sospechan que podría estar exagerando para justificar su comportamiento o el retiro del partido.
La controversia ha dividido opiniones, generando tanto apoyo como críticas hacia el tenista alemán. Mientras algunos defienden su honestidad y valor al hablar abiertamente de su estado de salud, otros piden pruebas médicas para confirmar la gravedad de la situación.
Por ahora, el Hamburg Open sigue en el ojo del huracán mediático, y la polémica entre el CEO y Alexander Zverev continúa alimentando la conversación sobre la ética y el profesionalismo en el deporte.