Restos de animales prehistóricos en la cueva de Wezmeh revelan la biodiversidad del Zagros
Un nuevo estudio arqueozoológico en la cueva deWezmeh, situada en la región montañosa del Zagros occidental en Irán, ha sacado a la luz una sorprendente variedad de restos de animales prehistóricos. Este descubrimiento está arrojando nueva luz sobre la riqueza biológica y ecológica que caracterizaba a esta zona durante el Pleistoceno, hace más de 40.000 años.

Un tesoro escondido en las montañas del Zagros

La cueva de Wezmeh, ubicada cerca de la ciudad de Islamabad-e Gharb, se ha convertido en un sitio arqueológico clave para comprender tanto la evolución humana como la historia natural de la región. Excavaciones recientes realizadas por un equipo conjunto de arqueólogos iraníes y europeos han identificado huesos de múltiples especies animales, desde grandes carnívoros hasta presas menores.

Según el informe publicado por elCentro de Investigaciones Arqueológicas de Irán, entre los restos encontrados figuranosos de las cavernas, hienas, ciervos, gacelas, caballos salvajes y una variedad de roedores y aves. El hallazgo no solo demuestra que la cueva servía como refugio para diferentes especies, sino que también ofrece una ventana directa al ecosistema del Zagros durante la última Edad de Hielo.

Evidencias de interacción entre humanos y fauna

Lo más intrigante del hallazgo es la presencia de marcas en algunos huesos que indican actividad humana, como cortes con herramientas líticas y fracturas intencionadas para extraer médula ósea. Estas señales refuerzan la hipótesis de que grupos humanos antiguos, incluidos los neandertales,habitaron o utilizaron la cueva como lugar de caza, almacenamiento o refugio temporal.
Además, uno de los descubrimientos más importantes en Wezmeh en años anteriores fue un diente molar perteneciente a un adolescente neandertal, lo que convierte al sitio en el registro más oriental de presencia neandertal en Asia hasta ahora.
Un archivo fósil único en la región
La diversidad de especies identificadas en Wezmeh supera lo que se ha encontrado en muchos otros sitios similares del oeste asiático. Esto sugiere que el Zagros albergaba unagran variedad de hábitats microclimáticos, desde valles boscosos hasta zonas montañosas frías, que permitieron la coexistencia de múltiples especies.
“La cueva de Wezmeh es una cápsula del tiempo biológica”, afirma la Dra. Nazanin Farhadi, arqueozoóloga y miembro del equipo investigador. “Nos permite no solo estudiar la fauna extinta, sino también entender cómo los humanos antiguos interactuaban con su entorno, seleccionaban presas y adaptaban su modo de vida.”
Implicaciones para la conservación actual
Aunque los hallazgos son de carácter prehistórico, los científicos destacan quela biodiversidad documentada en Wezmeh también tiene implicaciones contemporáneas. “Estudiar la fauna antigua nos ayuda a reconstruir cómo ha cambiado el clima, el paisaje y la vida animal en el Zagros a lo largo de milenios”, explicó Farhadi. “Esto es crucial para diseñar estrategias de conservación ambiental hoy.”
Conclusión
Los restos prehistóricos encontrados en la cueva de Wezmeh no solo revelan una rica biodiversidad pasada, sino que también ofrecen nuevas pistas sobre la vida de los antiguos habitantes del Zagros. Este yacimiento continúa siendo un punto clave para entender tanto la evolución humana como la historia ecológica de Asia Occidental.