En un giro inesperado durante el torneo de Madrid, la joven tenista ucraniana Marta Kostyuk ha desatado una gran controversia con unas duras declaraciones sobre su rival, la bielorrusa Aryna Sabalenka. Kostyuk acusó abiertamente a Sabalenka de “comprar al árbitro” durante su partido, señalando que los errores de saque de Sabalenka no fueron sancionados adecuadamente, lo que generó un gran revuelo en el mundo del tenis.

Según Kostyuk, el árbitro no habría contado como errores de saque ciertos fallos cometidos por Sabalenka, lo que, según ella, demostraba una presunta manipulación del partido. Sin embargo, la respuesta de Sabalenka no se hizo esperar. Con una actitud calmada pero firme, la bielorrusa negó rotundamente las acusaciones, sugiriendo que lo dicho por Kostyuk no era más que una conversación normal en la cancha.

“Si realmente quiere, puede revisar las cámaras del partido”, dijo Sabalenka en una declaración posterior, “pero no tiene ninguna evidencia de que yo haya sobornado al árbitro”. La bielorrusa añadió que las acusaciones de Kostyuk eran infundadas y que su actuación en la cancha había sido completamente legal y justa.
El enfrentamiento verbal entre las dos jugadoras rápidamente se convirtió en el tema principal de conversación del torneo. Mientras tanto, Marta Kostyuk, visiblemente afectada por la respuesta de Sabalenka y la polémica generada, recibió una oleada de críticas tanto del público como de los medios de comunicación. Las críticas fueron tan intensas que la joven ucraniana no pudo contener las lágrimas y se vio obligada a abandonar la cancha en medio de la tormenta mediática.
La controversia entre Kostyuk y Sabalenka resalta las tensiones que a menudo surgen en el mundo del tenis profesional, donde las emociones y la presión pueden llevar a comentarios impulsivos y acusaciones serias. A pesar de la situación, ambas jugadoras siguen siendo figuras destacadas en el circuito, y su rivalidad ha añadido una nueva capa de drama al tenis internacional.
Este episodio deja en claro que en el mundo del deporte, las rivalidades no solo se libran dentro de la cancha, sino también fuera de ella, donde las palabras pueden ser tan poderosas como los golpes.