Un misterio de más de dos milenios ha sido finalmente resuelto. La momia de Takabuti, una mujer egipcia cuya historia ha intrigado a arqueólogos y estudiosos desde su descubrimiento en el siglo XIX, ha sido identificada como víctima de un brutal asesinato. Mediante investigaciones modernas, esta revelación arroja nueva luz sobre la vida y la trágica muerte de esta mujer que vivió en el Antiguo Egipto.
Takabuti no era una egipcia común. Según los estudios, vivió alrededor del año 660 a.C. durante el periodo tardío de Egipto. Los registros históricos sugieren que era una mujer de alto estatus, posiblemente vinculada a la aristocracia de Tebas. Su momia, llevada al Reino Unido en 1834, se convirtió en uno de los ejemplares más estudiados debido a su excelente estado de conservación.
Desde entonces, los expertos han intentado desentrañar su historia, pero solo ahora, gracias a los avances en tecnología forense, se ha podido determinar con precisión la causa de su muerte.
Un equipo de científicos multidisciplinarios utilizó análisis de tomografía computarizada (CT) y técnicas de radiología avanzada para examinar la momia. Los resultados revelaron una lesión contundente en la parte superior de su espalda, causada por un arma filosa, probablemente un cuchillo.
El corte profundo habría alcanzado órganos vitales, provocando la muerte casi inmediata de Takabuti. Esta evidencia confirma que no murió por causas naturales, como se pensaba inicialmente, sino que fue víctima de un ataque violento.
La época en la que vivió Takabuti no era ajena a los conflictos y tensiones políticas. Durante el periodo tardío, Egipto enfrentaba invasiones extranjeras y disturbios internos, lo que aumentaba el riesgo de violencia incluso entre las clases altas.
Sin embargo, aún se desconoce quién pudo haber sido su agresor y por qué fue atacada. Algunos especialistas especulan que pudo tratarse de un crimen pasional o un ataque relacionado con rivalidades políticas o religiosas.
Además del hallazgo del asesinato, el equipo descubrió detalles fascinantes sobre la vida de Takabuti. Los estudios de ADN revelaron que tenía características genéticas poco comunes para los egipcios de su tiempo, lo que sugiere posibles conexiones con regiones vecinas.
Asimismo, los análisis de su cabello y dientes mostraron que tenía una dieta rica en proteínas, típica de las élites egipcias. Incluso en la muerte, Takabuti fue tratada con gran cuidado, siendo embalsamada con técnicas avanzadas y envuelta en lino de alta calidad.
El caso de Takabuti es un recordatorio poderoso de cómo la tecnología moderna puede transformar nuestra comprensión del pasado. A través de herramientas avanzadas y un enfoque multidisciplinario, los investigadores no solo han resuelto un antiguo crimen, sino que han dado voz a una mujer cuyo legado ha perdurado durante milenios.
Este descubrimiento no solo ilumina las circunstancias de su muerte, sino que también proporciona un vistazo íntimo a la vida en el Antiguo Egipto, desde las complejidades sociales hasta las prácticas funerarias.
La historia de Takabuti sigue viva, recordándonos que detrás de cada momia hay un ser humano con una vida rica y, en este caso, un final trágico.