Un equipo internacional de arqueólogos ha asombrado a los científicos y al público anunciando un sorprendente descubrimiento frente a la costa de Egipto, cerca del Mediterráneo. Durante una excavación en busca de restos históricos, encontraron una momia con una forma inusual: la mitad superior del cuerpo parecía humana, mientras que la mitad inferior tenía una estructura similar a una cola de peces. Este descubrimiento provocó un acalorado debate sobre la posible existencia de sirenas en la historia humana.

La momia fue descubierta dentro de un sarcófago de piedra enterrado en la arena de la costa. Según los arqueólogos, el sarcófago tiene unos 2.500 años, regresando al antiguo Egipto. En su superficie, se han observado grabados y jeroglíficos que describieron una criatura híbrida entre el hombre y el pez, conocido en textos antiguos como “nungu”, que significa “ascensores del mar”.
En la apertura del sarcófago, los investigadores se sorprendieron al encontrar una momia sorprendentemente bien conservada. La mitad superior del cuerpo mostraba características humanas, con costillas, brazos y un cráneo similar a las de un ser humano. Sin embargo, la mitad inferior tenía una estructura que imitaba una cola de pescado, con escamas y una aleta de aproximadamente 1,5 metros de largo.
Sobre la base del análisis preliminar, los expertos establecieron que las escalas y la piel de la parte inferior contenían compuestos químicos desconocidos para cualquier especie conocida. Además, el ADN extraído de la momia no corresponde completamente a la humana o de ninguna especie marina registrada en el Mediterráneo, lo que aumenta el misterio sobre su origen.
El sarcófago también se encontró en joyas de oro y objetos decorativos relacionados con el mar, lo que sugiere que esta criatura puede haber sido venerada como una divinidad o un símbolo sagrado vinculado a los océanos.
Las civilizaciones antiguas, incluidas Egipto, Grecia y Mesopotamia, han narrado historias de criaturas marinas híbridas como las sirenas. Este descubrimiento fortalece la teoría según la cual estas leyendas no podrían ser mitos simples, sino más bien basados en eventos reales o criaturas desconocidas.
Algunos historiadores plantean la hipótesis de que la momia podría pertenecer a una especie extinta o una rama evolutiva diferente del hombre, adaptada a la vida en ambientes acuáticos.
No todos los expertos están convencidos de que esta momia es una prueba de la existencia de sirenas. Algunos científicos creen que podría ser una creación elaborada de los antiguos egipcios, que combinaron huesos humanos con partes animales para fines rituales o religiosos.
Otra hipótesis plantea la hipótesis de que la forma de la momia puede haberse deformada debido a los procesos de momificación y la presión del tiempo, dándole un aspecto similar al de una sirena.
Actualmente se están realizando análisis adicionales en un laboratorio internacional para determinar el origen exacto de esta momia y su composición. Los investigadores esperan que los estudios genéticos y químicos puedan arrojar luz sobre este enigma y su posible significado en la cultura egipcia antigua.
Independientemente del resultado, este descubrimiento ya ha abierto un nuevo capítulo en el estudio de la mitología, la historia y la biodiversidad del pasado de nuestro planeta.