En un sorprendente hallazgo arqueológico, se descubrieron los restos de 51 jóvenes vikingos cerca de Weymouth, Reino Unido, ofreciendo una cruda visión de los brutales conflictos entre anglosajones e invasores nórdicos a principios del siglo XI.
Los arqueólogos se quedaron estupefactos al descubrir una fosa común que contenía los cuerpos desnudos y decapitados de 51 hombres, con sus cabezas cortadas cuidadosamente apiladas a un lado. Este macabro cuadro, que data de hace un milenio, fue descubierto en junio de 2009 durante un estudio previo a la construcción dirigido por Oxford Archaeology.
El análisis isotópico de vanguardia de los dientes de diez víctimas proporcionó información crucial:
- Los hombres vivieron entre 910 y 1030 d.C.
- Son originarios de varias partes de Escandinavia, incluidas regiones al norte del Círculo Polar Ártico.
- Su dieta era rica en proteínas, en consonancia con los restos suecos contemporáneos.
La evidencia científica sugiere que estos guerreros formaban parte de un grupo de incursiones vikingas, reunidos en toda Escandinavia. Esta diversidad de orígenes los distingue de otros enemigos potenciales de los anglosajones, como los daneses étnicos asentados en el norte de Gran Bretaña.
Los esqueletos dan testimonio de un final salvaje:
- Las marcas de cortes profundos en cráneos, mandíbulas y cuellos indican una decapitación deliberada.
- Algunas víctimas tenían los dedos cortados, lo que sugiere intentos inútiles de autodefensa.
- El estado desnudo de los cuerpos y su ubicación prominente en la cima de la colina coinciden con las conocidas prácticas de ejecución sajonas.
Si bien los vikingos y los anglosajones estaban equipados de manera similar para la batalla, los invasores nórdicos solían tener ventajas por la sorpresa y el número de hombres. Como señala la autora Kim Siddorn: “Durante el auge de las incursiones vikingas, es razonable decir que no era seguro vivir en un radio de 30 kilómetros de la costa”.
Este escalofriante descubrimiento sirve como un vívido recordatorio de las violentas luchas que dieron forma a la Gran Bretaña medieval. La ejecución sistemática de estos jóvenes guerreros vikingos por parte de sus captores anglosajones ilustra las duras realidades de una era definida por la invasión, la resistencia y la brutal represalia.