La actuación dominante de Marc Márquez en el Gran Premio italiano de 2025, donde aseguró un barrido limpio tanto en las carreras sprint como en las principales carreras, fue un testimonio de su resurgimiento con Ducati. Sin embargo, el fin de semana en Mugello fue contaminado por una recepción hostil de secciones de la multitud, reavivando la larga disputa con la leyenda italiana Valentino Rossi, cuatro años después de su retiro. Los Jeers dirigieron a Márquez, e incluso a su hermano Álex, quien terminó subcampeón en ambos eventos, subrayó la persistente amargura derivada de la controvertida temporada de MotoGP 2015, una herida que continúa dividiendo a los fanáticos y dando forma a la narrativa del deporte.

La animosidad fue palpable después de la victoria de Sprint Race de Márquez el sábado, con abucheos audibles que hacían eco de las gradas. Álex Márquez, montando para Gresini Racing, también enfrentó críticas de la multitud a pesar de su fuerte actuación. El gerente del equipo de Ducati, Davide, Tardozzi, visiblemente frustrado, fue visto gesticulando a los fanáticos para detenerse, enfatizando que Márquez estaba representando a un equipo italiano. Sus esfuerzos hicieron poco para sofocar la hostilidad. Hablando conLa Gazzetta Dello Sport, Tardozzi atribuyó la reacción de los fanáticos a la dramática temporada 2015, cuando Rossi perdió el campeonato ante el compañero de equipo de Yamaha Jorge Lorenzo por solo cinco puntos. Ese año, las tensiones entre Rossi y Márquez alcanzaron su punto máximo durante el Gran Premio de Malasia, donde Rossi pareció salir a Márquez durante una acalorada batalla, lo que resultó en una penalización que lo obligó a comenzar el final de la temporada en Valencia desde la parte posterior de la cuadrícula. Muchos fanáticos de Rossi creían que Márquez había ayudado deliberadamente a Lorenzo, un compañero español, alimentando una rivalidad que permanece sin resolver.

Tardozzi expresó su decepción de que dos de los mayores íconos de MotoGP sigan separados. “Lo que importa después de 10 años es que Vale y Marc son dos íconos de motociclismo, y deben ser adorados por todos”, dijo. Reconoció la frustración de Rossi, señalando que el italiano “merecía” un décimo campeonato mundial, pero insistió en que la culpa de las consecuencias de 2015 se compartió por igual. Tardozzi insinuó detalles no revelados detrás del incidente de Sepang, lo que sugiere que la historia completa implica complejidades que no dependen del todo de los propios pasajeros. Expresó esperanza de reconciliación, creyendo que Márquez estaría abierto a la paz si Rossi extendiera una rama de olivo. “Sueño que Vale da una señal para tratar de aclarar, porque creo que Marc estaría disponible”, dijo Tardozzi, enfatizando el potencial para que los dos campeones colaboren y promuevan el deporte positivamente.
Márquez, ahora de 32 años, ha intentado minimizar la disputa. En una conferencia de prensa previa a Mugello, descartó las comparaciones con Rossi, con quien podría nivelar siete títulos de MotoGP si asegura el campeonato 2025. Sin embargo, su tono diplomático no pudo ganar sobre la leal base de fans de Rossi, conocido por su apasionado apoyo. El ex jinete Scott Redding criticó a Rossi, sugiriendo que “podría haber evitado” que sus fanáticos apuntaran a Márquez, pero en su lugar permitió que la situación se intensifique, revelando un “lado malo” a la leyenda italiana. Mientras tanto, el graduado de la Academia VR46 y la actual estrella de MotoGP, Francesco Bagnaia, ha tratado repetidamente de silenciar a los abucheos dirigidos a Márquez, un gesto Redding elogiado como el enfoque correcto.
La controversia de 2015 continúa diciendo una larga sombra. La penalización de Rossi en Malasia, que muchos fanáticos todavía consideran injusto, ha consolidado a Márquez como una figura polarizante en Italia, a pesar de su innegable talento y éxito reciente con Ducati. Tardozzi lamentó la grieta en curso, señalando que una reconciliación entre Márquez y Rossi podría enviar “mensajes positivos para ayudar a que nuestro deporte crezca”. Sin embargo, sin contacto entre los dos desde 2015, según lo confirmado por Márquez antes de la carrera, una resolución parece poco probable en el corto plazo.
El dominio de Márquez en Mugello, donde exhibió su estilo de conducción agresivo agresivo, reafirmó su condición de contendiente al título en 2025. Los resultados constantes de su hermano álex, destacaron aún más la creciente influencia de la familia Márquez en MotoGP. Sin embargo, el éxito del fin de semana fue agridulce, eclipsado por la reacción de la multitud y la tensión no resuelta con el legado de Rossi. A medida que Márquez continúa su búsqueda de otro campeonato, la pregunta sigue siendo si el tiempo curará las heridas de 2015 o si la rivalidad persistirá como un capítulo definitorio en la historia de MotoGP. Por ahora, el enfoque de Márquez permanece en la pista, pero los ecos de los abucheos de Mugello sirven como un recordatorio de que algunas batallas se extienden mucho más allá de la línea de meta.