El mundo de MotoGP está en ebullición a medida que se acerca el Gran Premio de las Américas, programado para el 13 de abril de 2025 en Austin, y una declaración atribuida a Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse, está causando revuelo. Es 28 de marzo de 2025 y la temporada acaba de comenzar con un duelo ya acalorado entre Francesco “Pecco” Bagnaia y Marc Márquez. Tras las dos primeras carreras dominadas por el español a bordo de la Ducati de fábrica, una historia detrás de escena surgida de fuentes cercanas al equipo reveló que Dall’Igna le pidió a Bagnaia que se fijara un objetivo ambicioso: superar a Márquez en la próxima carrera en los Estados Unidos. Una petición que muchos han calificado de “loca”, considerando el estado de forma actual de Márquez y el dominio pasado del español en el Circuito de las Américas, pero que refleja la determinación del jefe de Ducati de ver a su protegido italiano regresar a la cima.

Bagnaia, bicampeón del mundo en 2022 y 2023, tuvo un inicio de temporada complicado. En Tailandia y Argentina logró dos terceros puestos, sólidos pero lejos de la perfección que le ha distinguido en temporadas pasadas. Márquez, por su parte, hizo una entrada triunfal en el equipo oficial Ducati, ganando las dos carreras largas y los Sprints correspondientes, acumulando el máximo número de puntos posibles y colocándose líder en la clasificación con 74 puntos frente a los 43 de Pecco. La diferencia de 31 puntos después de sólo dos carreras es una llamada de atención para Bagnaia, que ahora se encuentra persiguiendo a un compañero de equipo que parece haber encontrado un entendimiento perfecto con la Desmosedici GP25. En este contexto, la petición de Dall’Igna parece tan atrevida como arriesgada: Austin es una pista en la que Márquez ha ganado siete veces, un feudo que el español domina desde hace años.
Las palabras atribuidas a Dall’Igna no han sido confirmadas oficialmente, pero circulan de forma persistente en los paddocks y en las redes sociales, donde los aficionados italianos se dividen entre quienes las consideran un estímulo necesario y quienes las ven como una presión excesiva sobre Bagnaia. “Un loco como el jefe de Ducati”, escribió un usuario en X, resumiendo el sentimiento de asombro y admiración por un movimiento que parece desafiar la lógica. Sin embargo, quienes conocen a Dall’Igna saben que su enfoque nunca ha sido convencional. El ingeniero veneciano, artífice del dominio técnico de Ducati en los últimos años, siempre ha creído en Bagnaia, llevándolo al título mundial y defendiéndolo incluso en los momentos difíciles. Ahora, con Márquez robándose el show, parece querer impulsar a Pecco a una reacción inmediata, aprovechando una pista que podría representar un punto de inflexión.

Austin, con sus 20 curvas y cambios de elevación, es una pista técnica que exige precisión y agresividad, cualidades que Bagnaia ha demostrado poseer. Sin embargo, su historial en el Circuito de las Américas no es brillante: su mejor resultado es un tercer puesto en 2022, mientras que Márquez tiene un récord casi imbatible. La petición de Dall’Igna podría leerse por tanto como una invitación a cambiar el enfoque, a atreverse más ante un rival que, por el momento, parece intocable. Durante los tests invernales en Sepang, Bagnaia y Márquez ofrecieron respuestas similares sobre la GP25, pero en carrera el español supo traducir esta armonía en resultados concretos, mientras que Pecco tuvo dificultades para encontrar el ritmo adecuado. “Marc ha jugado con nosotros”, admitió Bagnaia tras la carrera en Tailandia, una admisión que revela frustración pero también la conciencia de tener que subir el nivel.

La rivalidad entre los dos pilotos de Ducati será el tema dominante de 2025. Márquez, con ocho títulos mundiales, aporta una experiencia y un hambre de victoria que lo convierten en un oponente formidable, mientras que Bagnaia encarna la continuidad de un proyecto que ha convertido a Ducati en la fuerza dominante en MotoGP. La elección de Dall’Igna de unirse a ellos en el equipo oficial fue una apuesta arriesgada, y ahora el técnico parece querer presionar a Pecco para que demuestre que puede seguir el ritmo del fenómeno español. Adelantar a Márquez en Austin no sólo reduciría la diferencia en la clasificación, sino que también enviaría una fuerte señal: que Bagnaia no está dispuesto a renunciar al papel de líder sin luchar.
Los aficionados italianos esperan con ansias el fin de semana texano, con la esperanza de que Bagnaia pueda convertir en realidad la “loca” petición de Dall’Igna. Las próximas semanas serán cruciales para entender si Pecco será capaz de explotar los puntos fuertes de su pilotaje –consistencia y gestión de los neumáticos– para contrarrestar la agresividad de Márquez. Si lo consigue, la victoria en Estados Unidos podría marcar el inicio de una remontada épica, digna de su mentor Valentino Rossi. De lo contrario, el dominio de Márquez corre el riesgo de consolidarse, poniendo en tela de juicio el equilibrio interno del equipo Ducati. Una cosa es segura: el Gran Premio de las Américas no será sólo una carrera, sino un capítulo decisivo en la historia de esta rivalidad. Y Dall’Igna, con su visión audaz, estará allí observando, dispuesto a ver si su “locura” dará el fruto deseado.