Los aficionados al tenis de todo el mundo han recibido hoy una noticia agridulce: la veterana italiana Sara Errani ha insinuado oficialmente que se retirará del tenis profesional tras su participación en el Mutua Madrid Open. Con una emotiva entrevista, Errani no solo habló de su inminente despedida del circuito, sino que también ofreció un vistazo poco común a su vida personal y sus planes a futuro, lo que ha conmovido profundamente a sus seguidores.

A sus 37 años, Errani ha tenido una carrera destacada que incluye una final en Roland Garros 2012, haber alcanzado el puesto número 5 del ranking mundial en singles y el número 1 en dobles. Sin embargo, tras casi dos décadas compitiendo al más alto nivel, siente que ha llegado el momento de cerrar este capítulo de su vida.

“Creo que ha llegado el momento”, confesó Errani después de su partido en Madrid. “Después de este torneo, probablemente lo haga oficial. Mi cuerpo ha dado todo lo que tenía, y mi corazón está lleno. Estoy lista para lo que viene.”

Sus palabras sorprendieron a muchos, especialmente después de sus recientes buenas actuaciones tanto en individuales como en dobles. Pero Errani admitió que el desgaste físico y emocional se ha vuelto cada vez más difícil de manejar, y que desea retirarse por decisión propia, con la frente en alto.

Lo que más llamó la atención de la entrevista, sin embargo, fue la inesperada sinceridad con la que habló de su vida personal —una faceta que siempre ha mantenido con gran discreción.

Por primera vez, Sara mencionó públicamente a su pareja sentimental, a quien describió como “mi roca, mi fuerza silenciosa”. Aunque no reveló su identidad, compartió ocho palabras que hicieron estallar de emoción a sus seguidores:

“Estamos planeando nuestro futuro juntos, finalmente y felices.”

Esas pocas palabras desataron una ola de alegría entre los fanáticos, quienes han seguido fielmente su carrera desde principios de los 2000. Aunque durante años se especuló sobre su vida amorosa, Errani siempre eligió mantenerse en la privacidad. “Él siempre ha estado detrás de escena, pero siempre a mi lado. No habría durado tanto sin su apoyo”, dijo con una sonrisa.

También contó que, tras Madrid, piensa tomarse un tiempo para descansar, viajar y disfrutar de una vida lejos de la rutina del entrenamiento y la competición. No obstante, dejó claro que su futuro aún podría estar ligado al tenis:

“Quiero devolverle al deporte todo lo que me dio. Entrenar, guiar a jóvenes promesas… eso me ilusiona.”

En un momento muy sincero, Sara también compartió una verdad muy personal: “Hubo muchas veces en que dudé de mí misma. No siempre me sentí fuerte. Pero en esos momentos difíciles descubrí quién soy realmente —no solo una tenista, sino una persona capaz de adaptarse, resistir y crecer.”

Las muestras de apoyo no se hicieron esperar. Su ex compañera de dobles, Roberta Vinci, con quien ganó varios títulos de Grand Slam, escribió en redes sociales:

“Decidas lo que decidas, estoy orgullosa de ti. Siempre.”

La historia de Errani va más allá de los trofeos. Es un ejemplo de perseverancia, humildad y pasión. Y aunque aún no se ha confirmado oficialmente si el torneo de Madrid será su último, una cosa es segura: Sara Errani ya ha dejado una huella imborrable en el tenis.

Ahora, mientras se prepara para una nueva etapa —tal vez dedicada al amor, la familia y la formación de nuevos talentos— sus seguidores seguirán animándola con la misma fuerza con la que celebraban cada uno de sus puntos ganadores.