La tensión en el paddock de la Fórmula 1 se ha desbordado tras una noticia que nadie esperaba:Sergio “Checo” Pérez ha rechazado su retorno a Red Bull para la temporada 2026, desatando un sismo dentro del equipo austríaco. Las consecuencias no se han hecho esperar.Helmut Marko y Christian Horner reaccionaron con dureza, Liam Lawson quedó fuera del juego, yMercedes no pierde el tiempo: apunta directamente a Max Verstappen.

Lo que parecía ser una temporada tranquila para el equipo líder de los últimos años, ahora se ha convertido en un laberinto de estrategias, traiciones y decisiones críticas que podrían reconfigurar el panorama de la F1 tal como la conocemos.
La negativa de Checo: una jugada arriesgada pero calculada
De acuerdo con fuentes cercanas al piloto mexicano,Checo Pérez ha decidido rechazar la propuesta de extensión ofrecida por Red Bull, argumentando falta de respaldo interno, tensiones constantes con Helmut Marko y la presión mediática que ha enfrentado desde su llegada al equipo en 2021.
Esta decisión, que ha sorprendido incluso a su entorno más cercano,refleja un nuevo Checo: más maduro, más firme y con una visión clara sobre su futuro en la F1. En palabras de un allegado al piloto: “Checo está cansado de ser la sombra. Quiere liderar, no sobrevivir”.
Marko estalla: “El que no quiere estar, que se vaya”
La reacción de Helmut Marko no se hizo esperar. En declaraciones filtradas a medios alemanes, el asesor principal de Red Bull lanzó un dardo directo al piloto mexicano:
“Checo ha sido inconsistente. Le dimos el mejor coche del mundo, pero no ha sabido estar a la altura. Si no quiere estar aquí, que no lo esté”.
El tono de Marko ha sido interpretado como una declaración de guerra interna. Y es que, más allá del rechazo de Pérez,la situación ha dejado en evidencia una profunda grieta en el equipo, especialmente en el manejo de sus pilotos.
Horner toma partido y sacrifica a Lawson
Christian Horner, quien ha tratado de mantener una postura más conciliadora,terminó sorprendiendo al anunciar la salida de Liam Lawson del programa de pilotosde Red Bull. La decisión ha generado críticas de fanáticos y expertos, considerando el talento y el potencial mostrado por el joven neozelandés.
Algunos analistas apuntan queHorner ha cedido ante la presión de Markopara mantener la jerarquía y disciplina dentro del equipo, aunque a costa del talento joven.
Verstappen, cada vez más cerca de Mercedes
En medio del caos,Mercedes observa con atención —y con intenciones claras. Según reportes desde Alemania,Toto Wolff ha intensificado el contacto con el entorno de Max Verstappen, tentándolo con un proyecto de “equipo a su medida” para 2026, año clave por el cambio reglamentario.
Aunque el actual tricampeón ha mantenido silencio,su incomodidad con las disputas internas y la lealtad dividida dentro de Red Bull es evidente. Incluso, algunos insiders señalan que el piloto neerlandés habría pedido garantías contractuales sobre la elección de su compañero de equipo, algo que Horner no estaría dispuesto a ceder.
¿Fin de la era Red Bull?
La posible salida de Checo Pérez, la marginación de Lawson y los rumores sobre Verstappenmarcan el inicio de una nueva etapa de incertidumbre para Red Bull. El equipo que dominó con mano firme las últimas temporadas, ahora se ve debilitado por decisiones que podrían tener consecuencias irreversibles.
Además,el entorno del equipo comienza a mostrar signos de fractura, con ingenieros y miembros clave considerando ofertas de rivales como Aston Martin y Ferrari.
¿Y ahora qué?
Con el mercado de pilotos más caliente que nunca, las siguientes semanas serán decisivas. Red Bull deberá definir si apuesta por una reestructuración profunda o si trata de sostener una imagen de unidad que, a estas alturas, parece una ficción.
Por su parte,Checo Pérez se convierte en el gran comodín del mercado, con opciones en Audi, Aston Martin y, sorprendentemente, un posible regreso a McLaren.
Lo único claro es quela Fórmula 1 está a punto de entrar en una nueva era, y todo empezó con un “no”.