En una famosa conferencia sobre ciencia y tecnología, un momento dramático cautivó a la audiencia cuando Elon Musk, el visionario detrás de Tesla y SpaceX, enfrentó duras críticas. Un hombre llamado Xavier acusó a Musk de ser un fraude, alegando que se beneficiaba de “proyectos llamativos” mientras ignoraba problemas urgentes del mundo real.
Mientras las palabras de Xavier resonaban en el salón, Musk mantuvo la compostura y lanzó un desafío: “¿Por qué no subes aquí y compartes tu perspectiva?”. Lo que siguió fue un intercambio apasionante que reveló mucho sobre ambos hombres.
La crítica:
Xavier acusó a Musk de priorizar los “juguetes para los ricos” en lugar de abordar los desafíos sociales urgentes. Sus comentarios resonaron entre los críticos que ven a Musk como una figura polarizadora: venerado por algunos como un pionero, descartado por otros como un especulador.
Respuesta de Musk:
En lugar de reaccionar a la defensiva, Musk presentó con calma una cronología de su carrera, destacando los riesgos, los fracasos y los avances que definieron su trayectoria. Relató cómo salvó a Tesla de la quiebra, transformó la exploración espacial a través de SpaceX y se comprometió a resolver algunos de los desafíos más difíciles de la humanidad.
El punto de inflexión:
Mientras Musk hablaba, la confianza de Xavier empezó a tambalearse. Vislumbró un lado diferente de Musk: no solo un emprendedor, sino alguien impulsado por una misión para redefinir las posibilidades. La pregunta directa de Musk: “¿Qué has hecho para cambiar el mundo?” tocó una fibra sensible, lo que llevó a Xavier a reflexionar sobre sus propias contribuciones.
El mensaje más amplio:
Si bien la crítica de Xavier surgió de la frustración y de un llamado a la justicia, Musk reconoció una realidad incómoda: el cambio es imperfecto y el progreso a menudo conlleva desafíos. Reconoció los defectos de su trayectoria, pero enfatizó la importancia de la persistencia y la innovación para impulsar un cambio significativo.
Una lección para todos:
Este encuentro no fue solo un choque de personalidades, sino que puso de relieve las complejidades del liderazgo y la transformación social. Animó a los asistentes (y probablemente a Xavier) a reconsiderar su papel en la configuración del futuro.
En definitiva, el intercambio dejó un impacto duradero. Los logros de Musk no lo protegieron de las críticas, pero resaltaron el valor de la visión y la acción. El coraje de Xavier al expresar sus preocupaciones no fue en vano: desencadenó un poderoso diálogo sobre la responsabilidad, la introspección y la lucha por un mundo mejor.
Elon Musk convenció a los inversores de Tesla para que respaldaran su salario. Ahora debe convencer a un juez.
Elon Musk, director ejecutivo de SpaceX y Tesla y propietario de Twitter, hace un gesto mientras asiste a la conferencia Viva Technology dedicada a la innovación y las nuevas empresas en el centro de exposiciones Porte de Versailles en París, Francia, el 16 de junio de 2023. REUTERS/Gonzalo Fuentes/Foto de archivo/
WILMINGTON, Delaware, 13 jun (Reuters) – Tesla ha convencido a un ejército de pequeños inversores y grandes fondos para que ratifiquen el paquete salarial de 56.000 millones de dólares de Elon Musk. Ahora viene la parte más difícil: persuadir a un juez de Delaware, ya de por sí escéptico, para que lo reconozca.
La compañía dijo el jueves que los accionistas habían aprobado tanto el paquete salarial de Musk como el traslado patrocinado por la junta de la sede legal de Tesla desde Delaware a Texas.
Musk es la fuerza impulsora de Tesla y responsable de muchos de sus avances, lo que ha generado un apoyo vocal al paquete salarial, especialmente entre los pequeños accionistas. Aun así, las ventas y el precio de las acciones han caído recientemente, lo que se suma a las preocupaciones que llevaron a un voto “no” concertado.
Antes de que Tesla pueda entregar las acciones a Musk, probablemente habrá meses de litigio sobre la votación de ratificación salarial, los esfuerzos de Musk para reunir a los accionistas en apoyo de su compensación y la apelación del fallo original, cuatro meses después de que un juez de Delaware anulara el paquete salarial.
No es seguro que haya un resultado legal final a favor de Musk y no será rápido.
La jueza Kathaleen McCormick, del Tribunal de Cancillería de Delaware, rescindió el paquete salarial en enero porque determinó que Musk controló indebidamente el proceso de negociación del directorio de 2018. También dictaminó que Tesla no informó completamente a los inversores antes de que votaran a favor.
“Esto no ha terminado”, dijo Brian Quinn, profesor de la Facultad de Derecho de Boston College. Dijo que McCormick exigirá a Tesla que demuestre que la votación no fue forzada y que el momento y la estrategia no fueron influenciados por Musk. “Por lo tanto, cuando se presenten (en el tribunal de Delaware) diciendo que todo está bien ahora, tendrán que venir con recibos”.
En opinión de Tesla, la votación de los accionistas del jueves esencialmente retrocedió en el tiempo y corrigió la votación de los accionistas de 2018 al revelar enormes cantidades de información a los inversores, incluida la decisión de 200 páginas de McCormick.
Tesla argumentó que también había corregido el problema del dominio de Musk en el proceso de negociación del paquete salarial. Creó un comité especial que finalmente estuvo compuesto únicamente por Kathleen Wilson-Thompson, miembro independiente de la junta directiva, que revisó el acuerdo salarial de 2018 y decidió que era lo mejor para los accionistas.
Pero Tesla también reconoció en los documentos presentados ante la Bolsa de Valores que una ratificación favorable podría no resolver la disputa salarial. La ratificación se considera principalmente una herramienta para solucionar problemas como fallas técnicas en los documentos corporativos.