El Gran Premio de Qatar 2025 será recordado no sólo por la victoria de Marc Márquez, sino también por las explosivas acusaciones lanzadas por Valentino Rossi, que sacudieron al mundo de MotoGP. Rossi, presente en Lusail para apoyar a sus pilotos de la VR46 Academy, dijo que Ducati había “ocultado secretos ilegales” en la Desmosedici GP25 de Márquez, sugiriendo que el dominio del español era el resultado de irregularidades técnicas. Sus palabras dejaron al CEO de Ducati, Claudio Domenicali, visiblemente luchando por responder, alimentando la especulación y la controversia que amenaza con desestabilizar al equipo italiano mientras el campeonato está en pleno apogeo.

La acusación de Rossi surgió durante una entrevista posterior a la carrera, cuando el doctor, visiblemente frustrado, señaló la superioridad técnica de la moto de Márquez. “No es normal”, dijo Rossi. “La Ducati de Marc es demasiado rápida, hay cosas que no cuadran. He oído rumores sobre cambios no declarados, secretos que la FIM debería investigar”. Los comentarios llegan en un contexto ya tenso, ya que Rossi había criticado previamente la decisión de Ducati de promover a Márquez al equipo de fábrica, calificándola de “una broma” a expensas de talentos como Jorge Martín y Marco Bezzecchi. La presencia de Rossi en Qatar, donde miró a Márquez con una mirada que los fanáticos de X describieron como “fría”, agregó dramatismo al momento, y muchos interpretaron sus palabras como un intento de desestabilizar a su archirrival.

Domenicali, llamado a responder a las acusaciones, no pudo ocultar cierto malestar. Durante una rueda de prensa, el director general tartamudeó, limitándose a decir: «Nuestra moto cumple la normativa, trabajamos con transparencia. Las acusaciones de Valentino son infundadas». Sin embargo, su respuesta evasiva no convenció a todos, y en plataformas como X, las teorías sobre supuestas irregularidades estallaron. Un usuario escribió: «Si Rossi habla, algo sabe. Ducati debe mostrar los datos». La FIM aún no ha anunciado una investigación oficial, pero la presión está aumentando, sobre todo teniendo en cuenta el pasado de Márquez, a menudo acusado de traspasar los límites de las reglas, como en el polémico episodio de 2015 en Malasia.

El triunfo de Márquez en Qatar, con pole position, victoria en el Sprint y en la carrera principal, puso de relieve su sinergia con la Ducati GP25. Sin embargo, las insinuaciones de Rossi sugieren que detrás de las actuaciones del español hay más que solo talento. Fuentes cercanas al paddock hablan de una actualización que se está probando en las motos de Márquez y Fabio Di Giannantonio durante el fin de semana, pero los detalles siguen siendo vagos. Esto ha alimentado las sospechas de que Ducati podría haber explotado zonas grises del reglamento, una práctica no nueva en el automovilismo pero que, de probarse, podría llevar a severas sanciones, como la descalificación de Márquez del Gran Premio de España, ya objeto de controversia por sus otras acciones.

Para Ducati, la situación es un campo minado. El equipo está dominando la temporada, con Márquez liderando la clasificación y Francesco Bagnaia en tercer lugar después de un segundo puesto en Qatar. Sin embargo, las acusaciones de Rossi corren el riesgo de crear divisiones internas, sobre todo teniendo en cuenta la relación entre el Doctor y Bagnaia, su protegida. Rossi, que dirige el equipo VR46 con motor Ducati, tiene una influencia significativa, y su enfrentamiento con Domenicali podría poner en peligro la colaboración futura. Mientras tanto, Márquez ha optado por no alimentar la polémica, declarando: «Yo conduzco, no diseño la moto. Si hay dudas, que lo revisen todo». Esta respuesta, sin embargo, no ha apaciguado a los críticos, que ven su silencio como una estrategia para evitar más problemas.

El asunto plantea interrogantes sobre la transparencia en MotoGP y el peso de las rivalidades personales. Rossi, con su acusación, parece querer no sólo proteger a Bagnaia, sino también ajustar cuentas abiertas con Márquez desde hace años. La FIM está ahora bajo presión para garantizar la imparcialidad del campeonato, mientras los aficionados esperan respuestas claras. Lo que es seguro es que Qatar marcó el inicio de una temporada que promete ser tan espectacular en la pista como explosiva fuera de ella. Con Rossi continuando su sombra y Ducati a la defensiva, la próxima ronda en Jerez podría resultar decisiva para determinar si estas acusaciones son ciertas o simplemente otro capítulo de una rivalidad legendaria.