El Gran Premio de Qatar 2025, cuarta prueba de la temporada de MotoGP, se ha visto envuelto en una tormenta de polémica desatada por Valentino Rossi, icono del motociclismo y propietario del equipo Pertamina Enduro VR46. Durante una entrevista improvisada en el paddock de Losail, filmada por un corresponsal de Sky Sport, Rossi lanzó una acusación explosiva: Ducati Lenovo, el equipo de Marc Márquez, está utilizando un sistema electrónico ilegal en la Desmosedici GP25 del catalán, capaz de alterar la potencia del motor violando la normativa FIM. La declaración, que cayó como un rayo, puso al circo en crisis, con la Federación anunciando una investigación urgente y los fanáticos italianos divididos entre la conmoción y la especulación.

Todo comenzó la tarde del jueves, tras una sesión de entrenamientos libres dominada por Márquez, que marcó un tiempo de 1:52.288, distanciando a Fabio Di Giannantonio en medio segundo, según datos de motogp.com. Francesco Bagnaia, tercero, parecía dispuesto a luchar por la pole, pero fue Rossi quien se robó el espectáculo. En declaraciones a algunos periodistas, el Doctor habría dicho: «Marc es demasiado rápido, no es solo talento. Hay algo en su Ducati que no cuadra. Fíjense en los datos, no diré nada más». La frase, captada por un micrófono abierto, explotó en las redes sociales. Una publicación en X resumió el caos: “¿Rossi acusa a Márquez de hacer trampa con Ducati? ¡Catar es un manicomio!”

La reacción de Ducati fue inmediata. Claudio Domenicali, director ejecutivo, calificó las palabras de Rossi de «ataque irresponsable», mientras que el director del equipo, Davide Tardozzi, en una entrevista con formulapassion.it, añadió: «Valentino quiere desestabilizarnos, pero nuestra moto está limpia. Que lo demuestre». La FIM, sin embargo, no hizo caso omiso de la acusación, ordenando una inspección exhaustiva de las Desmosedici de Márquez y Bagnaia, así como de las del equipo Gresini, para comprobar si hay alguna anomalía en el software de control del motor. Según corsedimoto.com, el sistema problemático podría ser un algoritmo que elude los límites de potencia impuestos para 2025, garantizando una aceleración superior en rectas.

El contexto hace que la acusación sea aún más candente. Márquez, segundo en la clasificación con 86 puntos, está a sólo un punto de su hermano Alex, líder con una sorprendente Honda. Bagnaia, a 75 puntos, ve en Qatar una oportunidad para acercarse, fortalecido por su triunfo en Lusail en 2024. Rossi, que nunca ha ocultado una rivalidad histórica con Márquez, podría haber elegido este momento para atacar, utilizando su peso mediático -16 millones de seguidores, según informa motosprint.it- para presionar a su rival. “Vale juega con la mente de sus rivales”, tuiteó un aficionado, mientras otro defendió a Márquez: “Acusaciones sin pruebas, solo envidia”.
En el paddock, las reacciones fueron una mezcla de incredulidad y sarcasmo. Marco Bezzecchi, piloto del VR46, intentó bajar el tono: “No sé de qué secreto estás hablando, ya lo estoy pasando mal”. Di Giannantonio, segundo en los entrenamientos libres, bromeó: “¡Si hay un truco, dámelo también!”. Márquez, con su clásica sonrisa, respondió a paddock-gp.com: «Rossi habla, yo piloto. Ya veremos en la pista». Mientras tanto, Jorge Martín, de vuelta con Aprilia tras sus lesiones, se ha mantenido al margen del caos, pero su vigésimo puesto en la FP1 le mantiene alejado de los focos.
La FIM, bajo presión para mantener su credibilidad, corre el riesgo de convertir el fin de semana en un juicio público. Un precedente similar, la disputa por los winglets de Ducati en 2016, terminó con una inspección técnica, pero Rossi era un piloto, no un provocador entre bastidores. Si la investigación confirma irregularidades, las consecuencias serían devastadoras: descalificaciones, deducción de puntos o incluso la retirada de la moto infractora. Pero si fuera un farol, Rossi podría ser acusado de haber manipulado el campeonato.
Con Qatar acercándose a la clasificación, el paddock es un campo minado. Los italianos sueñan con un triunfo de Bagnaia o Di Giannantonio, que siempre han brillado en Lusail, pero la sombra del “secreto” de Márquez lo oscurece todo. Alex Márquez, tranquilamente consistente, podría aprovechar el caos, mientras Martín busca un milagro. La declaración de Rossi, intencionada o no, ha encendido una mecha que amenaza con explotar. ¿Se trata simplemente de una provocación maestra o hay realmente un truco oculto? La FIM promete claridad el domingo, pero por ahora reina la sospecha en Losail. Una cosa es segura: cuando Rossi abre la boca, el mundo escucha.