El boxeo mexicano está de fiesta. Saúl “Canelo” Álvarez, el máximo exponente del pugilismo nacional en la actualidad, volvió a demostrar por qué es considerado uno de los mejores libra por libra del mundo. En una noche cargada de expectativa y emoción, Canelo derrotó por decisión unánime al cubano William Scull, recuperando el campeonato supermediano de la FIB y consolidando su reinado absoluto en las 168 libras. Con esta victoria, el tapatío ha abierto la puerta para un enfrentamiento soñado contra el invicto Terence Crawford, programado para septiembre en Las Vegas.
Una victoria trabajada en Arabia Saudita
El combate tuvo lugar en la lujosa ANB Arena de Riad, Arabia Saudita, el pasado 4 de mayo, coincidiendo con el tradicional fin de semana del Cinco de Mayo, fecha emblemática para los mexicanos. Canelo, de 34 años, salió al ring con la determinación de recuperar el cinturón de la FIB, que le fue retirado el año pasado tras optar por enfrentar a Edgar Berlanga en lugar de Scull, entonces retador obligatorio.
Desde el campanazo inicial, el mexicano mostró su experiencia y temple, enfrentando a un rival más alto y con mayor alcance. Scull, quien llegaba invicto y con hambre de gloria, intentó mantener la distancia y moverse rápidamente alrededor del cuadrilátero. Sin embargo, la presión constante de Álvarez y su letal ataque al cuerpo fueron minando poco a poco la resistencia del cubano.
Los jueces no dejaron lugar a dudas: 115-113, 116-112 y 119-109 a favor de Canelo, quien sumó así su victoria número 63 como profesional, con 39 nocauts y solo dos derrotas.
“Fue una pelea aburrida”
A pesar de su dominante actuación, Canelo no ocultó su frustración en la entrevista posterior al combate. “Para mí, fue una pelea aburrida. Scull no intentó ganar, solo sobrevivir. Odio ese tipo de peleas”, declaró el campeón mexicano, dejando claro que esperaba mayor ambición de su rival.
Las estadísticas respaldaron las palabras de Álvarez: conectó 40 golpes al cuerpo, mientras que Scull apenas logró seis. La estrategia del cubano fue clara, pero insuficiente para frenar el avance del mexicano, quien nunca dejó de presionar y buscar la definición.
Un nuevo desafío: Terence Crawford
La atención del mundo del boxeo ahora se centra en el próximo gran reto de Canelo: Terence “Bud” Crawford. El estadounidense, considerado uno de los mejores peleadores de la última década, se convirtió en campeón indiscutido de peso welter tras noquear a Errol Spence Jr. en 2023. Ahora, Crawford busca hacer historia subiendo de categoría para enfrentar a Álvarez en septiembre, en una pelea que promete romper récords de audiencia y taquilla.
“Crawford es uno de los mejores. Me gusta compartir el ring con ese tipo de peleadores. Es un placer para mí”, comentó Canelo, visiblemente emocionado por el desafío. Por su parte, Crawford respondió con confianza: “En septiembre, le mostraré al mundo lo que es la grandeza”.
El boxeo y el poder saudí
La pelea entre Canelo y Scull fue parte de la estrategia de Arabia Saudita para posicionarse como una potencia en el mundo deportivo. En los últimos años, el reino ha invertido sumas millonarias en eventos de boxeo, Fórmula Uno, golf y fútbol, buscando mejorar su imagen internacional a pesar de las críticas por su historial de derechos humanos.
Álvarez firmó en febrero un contrato de cuatro peleas con la promotora Riyadh Seasons, lo que garantiza que el boxeo mexicano seguirá teniendo presencia en los escenarios más lujosos y mediáticos del planeta.
Un legado en construcción
Con cada victoria, Canelo Álvarez sigue agrandando su leyenda. De niño humilde en Jalisco a superestrella global, su carrera es motivo de orgullo para México. El duelo contra Crawford será, sin duda, una de las peleas más importantes de su vida y una cita imperdible para los amantes del boxeo.
¿Podrá el mexicano imponer su poder ante la técnica depurada del estadounidense? El mundo entero estará pendiente de la respuesta en septiembre.