Max Verstappen se ha convertido en la primera víctima de la campaña de la FIA contra el uso de malas palabras.

Antes del Gran Premio de Singapur, el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, abordó el tema del lenguaje inapropiado en la Fórmula 1, señalando la importancia de mantener una conducta adecuada. Ben Sulayem comentó: “Tenemos que diferenciar nuestro deporte, el automovilismo, de la música rap. No somos raperos, ya sabes. ¿Cuántas veces dicen la palabra F por minuto? Eso no es lo nuestro. Ellos son ellos y nosotros somos [nosotros]”.

Además, Ben Sulayem subrayó la responsabilidad de los deportistas debido a la tecnología moderna, que permite que todo se transmita en vivo y se grabe. Agregó: “Debemos tener cuidado con nuestra conducta. Imagina que estás viendo la carrera con tus hijos y alguien empieza a usar un lenguaje inapropiado. ¿Qué les estarías enseñando si ese es tu deporte?”

El jueves, durante la conferencia de prensa de los pilotos, Verstappen fue escuchado diciendo: “El auto estaba jodido”. Como consecuencia de este comentario, el piloto de Red Bull fue llamado ante los comisarios.

En un comunicado, la FIA anunció: “El piloto y el representante del equipo deben presentarse ante los comisarios a las 19:00, en relación con el siguiente incidente: No / Piloto – 1 – Max Verstappen. Motivo: Presunto incumplimiento del Artículo 12.2.1.k del Código Deportivo Internacional – lenguaje utilizado durante la Conferencia de Prensa de Pilotos de la FIA del jueves”.

Verstappen, por su parte, ya había comentado las declaraciones de Ben Sulayem, señalando que en otros deportes, muchas personas dicen cosas inapropiadas bajo el efecto de la adrenalina, pero simplemente no se graban. Dijo: “Ni siquiera pude decir la palabra F… Ni siquiera es tan malo. ¿Qué somos, niños de cinco o seis años?”

Finalmente, tras ser citado, los comisarios decidieron que Verstappen tiene la “obligación de realizar algún trabajo de interés público” como consecuencia de su comentario inapropiado.