El Gran Premio de Baréin 2025, que marcaba el inicio de una nueva temporada de Fórmula 1, terminó en medio de una tormenta de críticas tras un fallo masivo en el sistema de cronometraje oficial. Lo que debía ser una carrera vibrante y emocionante, se vio empañada por un caos tecnológico que dejó a los pilotos, equipos y millones de fanáticos totalmente desconcertados.
¿Qué ocurrió?
Desde la vuelta 15 del circuito de Sakhir, numerosos equipos comenzaron a reportar datos inconsistentes en los tiempos por vuelta, y poco después, las pantallas oficiales dejaron de mostrar actualizaciones precisas del orden de carrera, los sectores más rápidos o incluso el número exacto de vueltas completadas.
El problema se agravó durante los últimos compases de la carrera, cuando los equipos no podían calcular correctamente sus estrategias de boxes ni saber si estaban dentro de las ventanas de DRS. Algunos monoplazas incluso cruzaron la línea de meta sin saber si habían terminado la carrera o no.
Reacción de los pilotos: furia en el paddock
Tras finalizar el GP, varios pilotos no dudaron en mostrar su frustración. Max Verstappen, campeón defensor, declaró:
“Es inaceptable que en un deporte con esta magnitud de inversión tengamos fallos de este nivel. Estábamos corriendo a ciegas. Fue peligroso y desorganizado.”
Charles Leclerc, visiblemente molesto, añadió:
“No sabíamos si teníamos que empujar o conservar neumáticos. Algunos pensaron que la carrera había terminado una vuelta antes. Este tipo de errores no pueden repetirse.”
Incluso los pilotos novatos, como Theo Pourchaire, se vieron afectados, indicando que la situación fue “confusa y frustrante” y que dependieron por completo de la radio del equipo, la cual también falló en algunos tramos por sobrecarga de información.
Fans indignados
Las redes sociales explotaron con quejas de fanáticos de todo el mundo que seguían la carrera por televisión o por plataformas digitales. El sistema de cronometraje en las apps oficiales también presentó errores, mostrando posiciones incorrectas y diferencias de tiempo absurdas. El hashtag #TimingFail se volvió tendencia global en X (anteriormente Twitter), y la indignación no tardó en llegar.
Un aficionado escribió:
“¿Cómo es posible que con toda la tecnología de la F1, no puedan ni mostrar los tiempos correctamente? ¡Un desastre total!”
Otro fan señaló:
“Esto afecta la experiencia completa. No sabíamos quién iba primero, ni cuántas vueltas faltaban. Una vergüenza.”
La respuesta oficial de la FIA
La FIA emitió un comunicado pocas horas después de la carrera, admitiendo que hubo un “problema técnico grave” en los servidores centrales del sistema de cronometraje oficial, gestionado por un proveedor externo. Afirmaron que se trató de un “evento aislado” y que ya están en marcha las investigaciones para determinar las causas exactas.
Sin embargo, muchos dentro del paddock y fuera de él consideran que las medidas no son suficientes. El director de Mercedes, Toto Wolff, fue contundente:
“Necesitamos más que una disculpa. Este tipo de errores pueden afectar resultados, clasificaciones y hasta la seguridad. Exigimos garantías.”
¿Qué pasará ahora?
Aunque los resultados oficiales del GP de Baréin han sido confirmados tras una verificación manual de los datos de telemetría de cada equipo, la credibilidad del sistema queda en entredicho. Equipos como Red Bull, McLaren y Aston Martin están solicitando una auditoría completa del sistema antes de la próxima carrera en Arabia Saudita.
Además, varios pilotos han solicitado una reunión urgente con la FIA para establecer protocolos de contingencia más sólidos en caso de futuros fallos tecnológicos.
En resumen, lo que debía ser una celebración del regreso de la Fórmula 1 terminó siendo una mancha tecnológica para el deporte. Con la presión de pilotos, equipos y fans, queda por ver si la FIA actuará con la firmeza necesaria para garantizar que el caos vivido en Baréin no vuelva a repetirse.
¿Te gustaría una versión de este artículo en inglés o francés?
