El mundo de la Fórmula 1 está en shock tras revelarse que Max Verstappen, tricampeón del mundo, habría amenazado con abandonar Red Bull Racing si su compañero Sergio “Checo” Pérez no es renovado para la temporada 2026. La impactante noticia ha obligado al equipo a convocar una reunión de emergencia con el piloto de AlphaTauri, Yuki Tsunoda, lo que ha encendido todas las alarmas dentro del paddock.

Lo que parecía una simple especulación sobre futuras alineaciones de pilotos se ha convertido en una crisis interna sin precedentes para el equipo más dominante de los últimos años.

El problema: el contrato de Checo en la cuerda floja

Checo Pérez tiene contrato con Red Bull hasta finales de 2025, y aunque ha sido pieza clave para asegurar campeonatos de constructores con actuaciones destacadas, su falta de consistencia frente a Verstappen ha generado dudas dentro del equipo. Se rumorea que Red Bull estaba considerando alternativas más jóvenes o incluso promover a Tsunoda desde su equipo filial.

Sin embargo, Verstappen habría intervenido directamente, provocando un giro dramático en la situación.

El ultimátum de Verstappen

Fuentes internas revelan que Max Verstappen habría lanzado un ultimátum claro a los directivos de Red Bull: si Checo no continúa, él podría abandonar el equipo.

“Max valora mucho la relación profesional y personal que tiene con Checo. Considera que su permanencia garantiza estabilidad y armonía en el equipo,” comentó una fuente cercana.

Desde las intensas batallas con Mercedes en 2021 y 2022, Verstappen y Pérez han formado una sociedad funcional y respetuosa, algo que el neerlandés no quiere arriesgar en un contexto de futuros cambios reglamentarios en 2026.

Reunión urgente con Tsunoda

Ante la presión ejercida por Verstappen, Red Bull ha convocado a Yuki Tsunoda a una reunión de emergencia en Milton Keynes para evaluar su posible ascenso al primer equipo. Si bien Tsunoda ha mejorado su rendimiento y madurez en las últimas temporadas, el equipo no está completamente convencido de que esté listo para acompañar a Verstappen en una estructura de campeonato.

“La velocidad es importante, sí. Pero estar al lado de Max también requiere temple y resistencia mental,” comentó un ingeniero del equipo.

La posibilidad de un cambio radical en la alineación de pilotos ha dejado a todos en vilo.

Reacciones de los fans

Las redes sociales han estallado tras conocerse la noticia. El hashtag #KeepCheco se volvió tendencia mundial, con miles de aficionados defendiendo al piloto mexicano:

“Verstappen demuestra lealtad, Checo se lo merece,” escribió un fan.

Pero otros también expresaron preocupación por el poder que Max podría estar ejerciendo sobre la escudería:

“Red Bull no es el equipo personal de Verstappen. Las decisiones deben ser estratégicas, no emocionales.”

¿Qué pasará ahora?

Con los cambios técnicos de 2026 acercándose y rivales como Mercedes y Ferrari observando con atención, Red Bull enfrenta una decisión crucial. ¿Deben ceder ante Verstappen para mantener la paz interna o apostar por un nuevo proyecto a largo plazo?

Lo único claro es que este drama ha añadido una nueva dimensión al mercado de pilotos. Si Verstappen se va, podría provocar un terremoto en la F1.

Por ahora, el garaje de Red Bull no solo huele a gasolina y neumáticos quemados, también arde por dentro.