El mundo de la Fórmula 1 quedó sacudido tras el Gran Premio de Imola por un choque a alta velocidad entre los equipos Red Bull y Alpine, que desató el caos en la pista y una ola de controversia fuera de ella. El incidente, ocurrido en la vuelta 23, involucró al piloto de Red Bull Sergio Pérez y al de Alpine Esteban Ocon, quienes colisionaron violentamente en la chicana Variante Villeneuve, provocando la entrada del Safety Car y una revisión minuciosa por parte de los comisarios de carrera.

Horas después de finalizada la competencia, la FIA emitió su veredicto oficial, mientras que ambas escuderías lanzaron nuevas declaraciones que han reavivado el debate sobre quién fue realmente el responsable.

El choque que paralizó Imola

Todo comenzó cuando Esteban Ocon intentó adelantar a Sergio Pérez por el interior de la curva 6. Con ambos pilotos luchando por posición, el contacto fue inevitable. El alerón delantero de Ocon tocó la rueda trasera del coche de Pérez, haciendo que el Red Bull se levantara brevemente y se saliera de pista. Aunque Pérez logró reincorporarse, su auto sufrió daños significativos que lo sacaron de los puntos. Ocon, por su parte, tuvo que retirarse más tarde debido a los daños.

La dirección de carrera tomó nota del incidente pero decidió postergar la investigación hasta después del GP, una demora que solo avivó la tensión.

Veredicto de la FIA: Ocon, culpable

La noche del domingo, la FIA anunció su resolución: Esteban Ocon fue considerado “principalmente culpable” del incidente. Como resultado, recibió una penalización de 5 segundos y 2 puntos de sanción en su licencia.

El informe oficial de los comisarios señaló:

“El coche #31 (Ocon) intentó una maniobra demasiado ambiciosa sin estar lo suficientemente emparejado con el coche #11 (Pérez). El contacto fue evitable y tuvo consecuencias graves. El piloto del coche #31 es considerado principalmente responsable.”

Aunque la penalización no afecta el resultado de carrera de Ocon debido a su abandono, los puntos en su licencia lo acercan peligrosamente a una posible suspensión de carrera.

Red Bull responde: “Totalmente inaceptable”

Red Bull no tardó en reaccionar. El jefe de equipo Christian Horner fue tajante:

“Es totalmente inaceptable poner en riesgo la carrera de otro piloto con una maniobra tan imprudente. Checo estaba luchando duro, pero limpiamente. La penalización confirma lo que todos vimos: una embestida desesperada de alguien que no tenía espacio.”

Horner también mencionó que analizarán el daño en el monoplaza de Pérez, indicando que “una posición entre los cinco primeros era posible antes del accidente.”

Max Verstappen, ganador de la carrera, también dio su opinión:

“Es una lástima por Checo. Ese tipo de contactos no deberían pasar entre profesionales. Todos presionamos, pero hay límites.”

Alpine contraataca: “Un incidente de carrera”

Desde Alpine defendieron a su piloto con firmeza. El director del equipo, Bruno Famin, comentó:

“Desde nuestro punto de vista, fue un incidente de carrera. Esteban fue agresivo, sí, pero eso es lo que se espera cuando luchas por posiciones. Estamos decepcionados con la sanción, pero aceptamos la decisión.”

Por su parte, Ocon expresó su frustración:

“Vi un hueco y fui por él. Estas cosas pasan en las carreras. No quise causar daños, pero mantengo que fue una maniobra válida. He hecho adelantamientos más arriesgados antes sin problemas.”

Pierre Gasly, compañero de Ocon, no emitió declaraciones, lo que podría indicar cierta tensión interna en el equipo, que ya ha enfrentado una temporada difícil.

Reacción de los fans: opiniones divididas

Las redes sociales estallaron con opiniones encontradas. El hashtag #ImolaClash se volvió tendencia global. Algunos pidieron sanciones más duras para maniobras “temerarias”, mientras otros defendieron el espíritu combativo de la carrera.

Un fan escribió:

“¡F1 se está volviendo demasiado blanda! ¡Dejen que los pilotos corran! La maniobra de Ocon fue agresiva pero justa.”

Otro comentó:

“Ocon merecía una suspensión. Fue una acción de novato a 300 km/h.”

¿Qué sigue?

Con el Gran Premio de Mónaco a solo una semana, las tensiones entre Red Bull y Alpine están lejos de disiparse. La sanción de la FIA, aunque definitiva, ha hecho poco por calmar los ánimos.

El incidente también vuelve a plantear una pregunta importante: ¿están funcionando los actuales criterios de penalización en la Fórmula 1 moderna?

A medida que se disipa el polvo del GP de Imola, una cosa es segura: el escándalo entre Red Bull y Alpine todavía no termina. En un deporte donde cada segundo cuenta y cada punto vale oro, incluso una sola curva puede cambiarlo todo.