
La Fórmula 1 se encuentra ante uno de los rumores más impactantes de los últimos tiempos. Laurent Mekies, actual director de la escudería Racing Bulls, ha encendido las alarmas del paddock al declarar públicamente que Franco Colapinto podría ser el elegido para reemplazar a Max Verstappen en Red Bull a partir de la temporada 2026. Esta afirmación no solo sorprende por el nivel del joven piloto argentino, sino también porque plantea interrogantes sobre el futuro del tricampeón del mundo neerlandés.
Colapinto, actual piloto de Fórmula 2 con el equipo MP Motorsport y miembro del programa de jóvenes talentos de Williams, ha demostrado un rendimiento constante en lo que va de la temporada. Su madurez al volante, su capacidad para manejar la presión y su creciente popularidad en América Latina lo han convertido en uno de los nombres más seguidos de la parrilla. Sin embargo, pocos esperaban que un equipo de la talla de Red Bull considerara seriamente su incorporación en tan corto plazo.

Las palabras de Mekies han resonado en todo el entorno de la F1: “Franco tiene todas las cualidades necesarias para competir al más alto nivel. Lo hemos seguido de cerca, y no descartamos ninguna posibilidad para 2026.” Estas declaraciones han generado un torbellino de especulaciones, especialmente tras los persistentes rumores sobre un posible alejamiento de Verstappen de la escudería austríaca, motivado por tensiones internas y su interés en explorar nuevos desafíos fuera del equipo con el que ha logrado tanto.
En Argentina, la noticia ha provocado una ola de entusiasmo sin precedentes. No es común que un piloto sudamericano esté tan cerca de un asiento en uno de los equipos más dominantes de la era moderna. Las redes sociales se han inundado de mensajes de apoyo, y los medios locales ya hablan del “efecto Colapinto”, comparándolo con figuras históricas como Juan Manuel Fangio o Carlos Reutemann.
No obstante, todavía no hay confirmación oficial por parte de Red Bull ni de su asesor Helmut Marko, conocido por tomar decisiones drásticas con respecto a sus pilotos. La historia reciente del equipo demuestra que están dispuestos a apostar por jóvenes talentos, pero también que la exigencia de resultados es máxima.
Mientras tanto, Colapinto ha optado por la cautela. En declaraciones recientes, expresó su agradecimiento por el reconocimiento, pero afirmó que su enfoque actual sigue siendo terminar la temporada de F2 de la mejor manera posible. “Es un honor que se hable de mí a ese nivel, pero tengo los pies en la tierra. Mi trabajo está en la pista”, comentó el argentino con humildad.
Lo que es cierto es que el nombre de Franco Colapinto ya está en la conversación más importante del automovilismo mundial. Y si las palabras de Mekies se convierten en realidad, el 2026 podría marcar un antes y un después para la historia del deporte motor argentino.