NFL Bombshell: en uno de los giros más extraños e inesperados en la reciente historia cruzada de negocios deportivos, el multimillonario Elon Musk ha hecho una declaración impactante dirigida a los Pittsburgh Steelers y su base de fans. En una publicación que se volvió viral en cuestión de minutos, Musk anunció que si la organización Steelers no acepta una asociación futura con Tesla, avanzará con una prohibición total que evita que los jugadores de los Steelers, y toda la ciudad de Pittsburgh, comprarán vehículos Tesla.

La declaración, publicada en la cuenta personal de Musk en la plataforma X, dice:“Si los Steelers no se asocian con Tesla al final de la temporada, no más Teslas en Pittsburgh. Jugadores incluidos. Veamos qué tan rápido se sienten esos motores de gas en ese momento”.Aunque muchos supusieron que el puesto era una sátira o una broma mal cronometrada, las fuentes cercanas al equipo ejecutivo de Tesla luego confirmaron que la amenaza de Musk se está tomando en serio, y que las discusiones dentro de la compañía ya están en marcha sobre cómo tal “prohibición” podría ser técnicamente aplicada.
La comunidad de la NFL estaba ciego. Tanto los fanáticos como los analistas están luchando por comprender qué llevó a Musk a destacar a los Steelers, un equipo sin tensión conocida o interacción previa con Tesla. Algunos especulan que está conectado a un lanzamiento rumoreado de Musk a principios de este año, donde supuestamente propuso equipar a un equipo de la NFL con vehículos de transporte eléctrico diseñados por Tesla personalizados, estaciones de carga e integración tecnológica en el estadio. Los Steelers, según Insiders, rechazaron la oferta debido a las asociaciones existentes con otras marcas.
Art Rooney II, presidente de los Steelers, aún no ha emitido una declaración oficial, pero se dice que está revisando opciones legales y preparando una respuesta formal. Dentro del vestuario, la reacción ha ido desde la confusión hasta la diversión directa. Se citó a un jugador diciendo:“Ni siquiera conduje un Tesla, pero ahora realmente quiero uno”.
Los fanáticos en Pittsburgh, mientras tanto, están furiosos. El hashtag#MuskbanssteelersComenzó a tendencia en cuestión de horas, y muchos llamaron a los movimientos de Musk “infantil”, “mezquino” y “acoso corporativo”. Los concesionarios de Tesla en Pensilvania ya han informado una ola de llamadas enojadas y cancelaciones de citas.
A medida que se desarrolla esta extraña disputa, una cosa está clara: Elon Musk una vez más se ha insertado en el centro de atención de la NFL de una manera que solo él puede. Queda por ver si termina en un boicot de Tesla o en una asociación sorpresa, pero por ahora, todos los ojos están en Pittsburgh y un multimillonario que acaba de declarar la guerra, sobre los autos y el fútbol.