Bellingham causó un gran revuelo en las redes sociales tras afirmar que el campeonato del Barça se debió a la suerte y al favoritismo de LaLiga y del equipo arbitral. De inmediato, el entrenador Hansí Flick respondió con solo nueve palabras que dejaron al astro del Real Madrid sin argumentos y en silencio.
El mediocampista estrella del Real Madrid, Jude Bellingham, encendió una intensa polémica en las redes sociales tras declarar que el reciente campeonato de liga del FC Barcelona no se debió a su mérito deportivo, sino a la “suerte” y al supuesto “favoritismo” por parte de LaLiga y los árbitros. Sus comentarios generaron una oleada de reacciones entre los aficionados de ambos clubes y en el mundo del fútbol en general.
Las acusaciones de Bellingham, realizadas a través de sus perfiles en redes sociales poco después de la confirmación del título blaugrana, no aportaron pruebas concretas de dicho favoritismo, pero insinuaron una supuesta influencia externa en los resultados de los partidos clave del Barcelona a lo largo de la temporada. Estas declaraciones, provenientes de una figura tan influyente como Bellingham, añadieron una dosis extra de tensión a la ya intensa rivalidad entre los dos gigantes del fútbol español.
La respuesta desde el banquillo del FC Barcelona no tardó en llegar. El entrenador alemán, Hansi Flick, conocido por su disciplina y contundencia verbal, replicó a las acusaciones de Bellingham con un mensaje de tan solo nueve palabras que, según los testigos virtuales, dejaron al joven astro inglés sin argumentos y sumido en el silencio en las redes sociales: “Nuestro título es fruto del esfuerzo, no de la suerte”.
La concisa pero contundente respuesta de Hansi Flick fue interpretada por muchos como un golpe directo y efectivo a las insinuaciones de Bellingham, defendiendo la legitimidad del campeonato conseguido por su equipo a base de trabajo y rendimiento deportivo. La brevedad del mensaje, contrastando con la controversia generada por el jugador del Real Madrid, pareció calar hondo entre los aficionados y los analistas, quienes destacaron la autoridad y la calma del técnico alemán ante la provocación.
