En una sorprendente vuelta de los acontecimientos, la asistencia a los conciertos de Taylor Swift ha caído drásticamente después de que la estrella del pop manifestara públicamente su apoyo a Kamala Harris en la campaña electoral. Según informes recientes, varios recintos que antes agotaban entradas para los shows de Swift ahora presentan filas de asientos vacíos, con algunos fans molestos y otros simplemente ausentes.

Las imágenes de conciertos a medio llenar han comenzado a circular en las redes sociales, con algunos críticos afirmando que la decisión de Swift de entrar en el ámbito político ha alienado a parte de su base de seguidores. “No se trata solo de la música ahora, se trata de política,” comentó un antiguo fan. “Cuando uno va a un concierto, lo que quiere es disfrutar de las canciones, no sentir que está asistiendo a un mitin político.”

El apoyo público de Swift a Harris, que incluyó mensajes en sus redes sociales y una aparición en un evento de la campaña demócrata, ha generado reacciones encontradas. Mientras que muchos seguidores han aplaudido su postura, otros, particularmente en estados más conservadores, parecen haber decidido distanciarse de la cantante.

“Los conciertos han cambiado radicalmente,” dijo una fuente interna de la industria musical. “Antes era difícil conseguir entradas para cualquier show de Taylor, pero ahora se pueden encontrar entradas disponibles hasta el mismo día del evento. En algunos casos, las cancelaciones son tan masivas que se están cerrando secciones enteras de los estadios.”

A pesar de la caída en la asistencia, Swift sigue contando con una base de seguidores devotos que la apoya sin importar sus posturas políticas. No obstante, la disminución de asistentes a sus conciertos es un golpe que podría obligar a la cantante a reconsiderar cómo equilibra su activismo con su carrera musical.

Swift aún no ha respondido oficialmente a las preocupaciones sobre la asistencia a sus conciertos ni ha abordado las posibles implicaciones comerciales de su respaldo político. Mientras tanto, su equipo sigue adelante con la gira, aunque con recintos notablemente más vacíos de lo esperado.

A medida que la relación entre política y entretenimiento continúa evolucionando, el caso de Taylor Swift podría servir como advertencia para otras figuras públicas sobre los riesgos de combinar los dos mundos. ¿Se recuperará la asistencia a sus conciertos, o esta es una tendencia que persistirá a largo plazo? Solo el tiempo lo dirá.