El traspaso de Franco Colapinto a Alpine como piloto reserva para la temporada 2025 de Fórmula 1 ha generado un intenso debate sobre sus implicaciones, no solo para el equipo francés, sino también para Mercedes, que parece beneficiarse indirectamente de esta maniobra. El contrato multianual del argentino, cedido por Williams por cinco años, ha sido presentado como un movimiento estratégico para Alpine, pero un análisis más profundo revela que podría ser más ventajoso para Mercedes y potencialmente perjudicial para el equipo galo.

Alpine, bajo la influencia de Flavio Briatore, apostó fuerte por Colapinto, pagando una suma reportada de 20 millones de dólares a Williams. Este movimiento refleja la confianza en el talento del joven de 21 años, quien impresionó en 2024 con actuaciones destacadas en Williams, sumando puntos en Azerbaiyán y Austin. Sin embargo, el acuerdo posiciona a Colapinto como piloto reserva, detrás de Pierre Gasly y Jack Doohan, cuyo contrato inicial cubre solo las primeras cinco carreras de 2025. Esta estructura sugiere que Alpine está evaluando a Doohan, con Colapinto como una opción inmediata si el australiano no cumple. Aunque esto parece un plan sólido, la falta de inversión en el monoplaza actual de Alpine, debido a su enfoque en el desarrollo para 2026 con motores Mercedes, podría limitar las oportunidades de Colapinto para brillar, dejándolo en un rol secundario sin garantías de titularidad.

Por otro lado, Mercedes emerge como un beneficiario inesperado. A partir de 2026, Alpine utilizará motores Mercedes, lo que fortalecerá la posición de la escudería alemana en la Fórmula 1. La incorporación de Colapinto a Alpine, un equipo que ahora depende tecnológicamente de Mercedes, podría facilitar futuras negociaciones para que el argentino regrese a Williams, que también usa motores Mercedes, o incluso para que Mercedes lo considere como piloto reserva o titular en el futuro. Además, el interés de Alpine en Valtteri Bottas, piloto reserva de Mercedes, sugiere que Toto Wolff podría estar moviendo piezas para mantener influencia sobre Alpine, debilitando su estructura interna al generar competencia y presión sobre sus pilotos.
Para Alpine, el riesgo es claro: la inversión en Colapinto, aunque prometedora, podría no rendir frutos si no logra un asiento titular pronto. La falta de desarrollo del coche actual y la incertidumbre sobre Doohan podrían dejar al equipo en una posición vulnerable, especialmente si Colapinto atrae interés de otras escuderías antes de que Alpine pueda capitalizar su talento. Además, la cláusula que permite a Williams recuperar a Colapinto en 2027 podría significar que Alpine está formando a un piloto que eventualmente beneficiará a un rival. En resumen, mientras Mercedes consolida su influencia técnica y estratégica, Alpine enfrenta el desafío de maximizar el potencial de Colapinto en un contexto de recursos limitados y alta presión interna, lo que podría convertir este contrato en un movimiento más arriesgado de lo que parece.