Angel Reese, la destacada estrella del baloncesto de LSU, tuvo una conversación abierta sobre su infancia en una entrevista reciente. Ella compartió que no fue una niña dócil cuando estaba creciendo, y que a veces incluso hizo enojar mucho a su madre con su comportamiento. Reese admitió que había hecho enojar a su madre muchas veces, algo de lo que no se sentía orgullosa. “Mi madre a menudo se enoja. Siempre tiene que recordarme los comportamientos incorrectos”, dijo Reese.
Además de causarle dolor de cabeza a su madre, Reese también reveló que tuvo peleas estresantes con la niñera cuando era joven. No dudó en llamar a la policía cuando sintió un desacuerdo con esta persona. “Solía llamar a la policía cuando había un conflicto con la niñera”, dijo Reese, sorprendiendo a muchas personas por su fiereza en estas situaciones.

Sin embargo, a pesar de haber pasado por muchas dificultades en el pasado, Reese no negó que esas experiencias la ayudaron a crecer y fortalecerse. Los desafíos y las relaciones familiares le enseñaron muchas lecciones valiosas sobre cómo lidiar con el estrés y resolver conflictos. La autoconciencia de Reese y su determinación para superar sus defectos personales han contribuido significativamente a su éxito actual en la cancha de baloncesto.
Además de las historias del pasado, Reese también compartió que actualmente se siente muy feliz y segura de sí misma. El éxito en su carrera deportiva la ha ayudado a superar las dificultades anteriores y demostrar que puede superar todos los desafíos. Con una actitud positiva y una determinación inquebrantable, Angel Reese ha sido un modelo a seguir para muchos jóvenes.