El mundo de las carreras de motos está en ebullición con noticias sobre Marc Márquez, el autoproclamado “piloto número uno” que ha conquistado el paddock de MotoGP, al menos en su propia imaginación. Tras una temporada para olvidar con Honda, Márquez ha conseguido patrocinadores de renombre como Red Bull y Repsol. Sin embargo, los críticos se apresuran a señalar que se trata de los mismos patrocinadores que lo han apoyado durante años. ¿Coincidencia o lealtad? Tú decides.
Pero ¿qué hay de malo en este frenesí de relaciones públicas? Una supuesta invitación de nadie menos que el jefe de Ducati para visitar la sede de Ducati. Fuentes cercanas al asunto sugieren que podría tratarse simplemente de una visita a la fábrica o de un café expreso gratis en la cafetería de la empresa. Aun así, los fans de Márquez lo califican de “acto innovador”, como si una charla informal fuera equivalente a un contrato firmado.
Las redes sociales están inundadas de hashtags de celebración como #MM93toDucati y los fanáticos están especulando sobre un futuro en una máquina roja. Sin embargo, los conocedores de Ducati han guardado silencio, probablemente ocupados puliendo los trofeos del campeonato de Pecco Bagnaia.
Mientras Márquez pone la mira en la redención para 2024, queda una pregunta: ¿se traducirá este nuevo estatus de “número uno” en éxito en la pista, o es todo un elaborado truco de marketing? Estén atentos mientras los fanáticos de MotoGP esperan la dosis de realidad que solo la primera carrera puede ofrecer.
Mientras tanto, hay que reconocerle el mérito a quien lo merece: Márquez sin duda ha dominado el arte de permanecer en los titulares. Sin embargo, si dominará o no la Desmosedici de Ducati es otra historia.