Un rayo inesperado sacude el mundo de MotoGP: Francesco Bagnaia, actual campeón del mundo, ha anunciado oficialmente su retirada del equipo Ducati. La noticia, ya de por sí sorprendente, se complica aún más por los insistentes rumores sobre un supuesto contrato secreto que habría afectado a sus últimas temporadas.
Bagnaia, visiblemente emocionado, confirmó su decisión durante una rueda de prensa celebrada en Bolonia. “Ha llegado el momento de seguir adelante. Quiero agradecer a Ducati todo el apoyo, pero creo que ha llegado el momento de emprender nuevos caminos, tanto a nivel profesional como personal”, declaró el piloto turinés.

La decisión de abandonar el equipo que le llevó a la cima del motociclismo mundial dejó a muchos boquiabiertos. Sin embargo, el anuncio no fue recibido con un entusiasmo unánime: muchos se preguntan si esta decisión es el resultado de tensiones internas dentro del equipo o de presiones externas vinculadas a contratos y acuerdos no hechos públicos.
La polémica se ha intensificado con los rumores surgidos en las últimas semanas según los cuales Bagnaia había firmado un contrato con cláusulas particulares que le habrían impuesto limitaciones tanto en la carrera como en sus decisiones estratégicas. Este supuesto acuerdo, definido por algunos como “contrato fantasma”, habría creado fricciones entre el piloto y la dirección de Ducati.
Según fuentes cercanas al paddock, el contrato incluía cláusulas vinculantes que limitaban la libertad de Bagnaia para expresarse públicamente sobre determinadas cuestiones técnicas y estratégicas. Algunos argumentan que estas restricciones han afectado negativamente a la relación entre el piloto y el equipo.
Ducati, por su parte, ha intentado minimizar la polémica. Claudio Domenicali, CEO de Ducati Corse, dijo: “Respetamos la decisión de Francesco y le deseamos lo mejor para el futuro. Su legado con Ducati siempre será recordado con orgullo”.
Sin embargo, las preguntas sobre el supuesto contrato secreto siguen sin respuesta. Domenicali evitó comentar directamente sobre las acusaciones, lo que alimentó aún más las especulaciones.
Francesco Bagnaia deja Ducati con una extraordinaria lista de éxitos: un título mundial de MotoGP y numerosas victorias que han devuelto a la empresa Borgo Panigale a la cima del motociclismo. Sin embargo, esta repentina separación corre el riesgo de eclipsar sus éxitos, transformando lo que podría haber sido una despedida triunfal en un asunto lleno de controversia.
Aún no está claro cuál será el futuro de Bagnaia. Algunos especulan que podría estar tomando un descanso de las carreras, mientras que otros creen que está negociando con otro equipo, tal vez para regresar a la pista con un nuevo desafío.
Una cosa es segura: el adiós de Bagnaia a Ducati marca el fin de una era. El campeón italiano deja un vacío difícil de llenar y abre un capítulo de incertidumbre para el equipo y la afición.
Entre agradecimientos y acusaciones, el legado de Francesco Bagnaia quedará imborrable en la historia de MotoGP. Pero el tiempo revelará si detrás de esta despedida se esconde una verdad aún más compleja.