En el último enfrentamiento en las guerras culturales, la Alianza de Actores No Woke (NWAA, por sus siglas en inglés) de Tim Allen ha anunciado un boicot oficial contra ABC, declarando que la cadena “ha perdido completamente el rumbo” después de su manejo del reciente debate presidencial. La NWAA, un grupo de actores de Hollywood que cree que la industria del entretenimiento ha sido invadida por la “cultura woke”, ha dicho basta, y esta vez su objetivo es la cadena de televisión que ha sido el hogar de algunas de sus carreras más grandes.

Tim Allen, conocido por sus icónicos papeles en Home Improvement y Last Man Standing, fundó la NWAA a principios de este año, reuniendo a actores que sentían que Hollywood estaba más interesado en aparentar virtuosismo que en crear entretenimiento significativo. El boicot fue provocado por el equipo moderador de ABC durante el debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, donde los críticos, particularmente de círculos conservadores, atacaron a los moderadores de la cadena por supuestamente hacer un chequeo de hechos más riguroso a Trump que a Harris.

“Ni siquiera fue un debate. Fue una burla,” dijo Allen en un comunicado. “Los moderadores ni siquiera intentaron ser neutrales. Han perdido todo sentido de profesionalismo, y nos han perdido como espectadores.”

La chispa que encendió la llama del boicot fue la cobertura de ABC del debate, que contó con los moderadores David Muir y Linsey Davis. Críticos de la derecha, incluidos miembros de la NWAA, afirman que los moderadores fueron injustamente duros con Trump, interrumpiéndolo constantemente, verificando sus declaraciones en tiempo real y permitiendo que Harris se escapara con sus respuestas.

“Fue como ver a alguien debatir con los moderadores, no con el otro candidato,” dijo un miembro de la NWAA, que pidió permanecer en el anonimato. “Esto no es periodismo. Es una emboscada.”

La reacción comenzó casi de inmediato después de que terminó el debate, con comentaristas conservadores, influenciadores y espectadores comunes tomando las redes sociales para expresar su frustración. Pero mientras muchos se conformaron con tuitear su enojo, Tim Allen y su alianza decidieron dar un paso más.

“ABC se supone que es una cadena para todos,” continuó Allen en su declaración. “Pero cuando empiezan a tomar partido, especialmente durante algo tan importante como un debate presidencial, es cuando tenemos que levantarnos y decir: ‘Basta’.”

La Alianza de Actores No Woke, aunque sigue siendo algo secreta en cuanto a su membresía, se cree que está compuesta por actores y profesionales de la industria que están cansados de lo que consideran la obsesión de Hollywood con la política de identidad y la corrección política. Creen que la industria del entretenimiento ha perdido el contacto con los estadounidenses comunes y en su lugar se ha convertido en una burbuja de ideología progresista.

Tim Allen, quien durante mucho tiempo ha sido un conservador franco en una industria que se inclina hacia el liberalismo, fundó el grupo como una forma de resistirse a la “agenda woke” que ha permeado Hollywood en los últimos años. La NWAA en gran parte ha mantenido un perfil bajo, prefiriendo actuar en silencio, pero el boicot a ABC es, con mucho, su acción más pública hasta la fecha.

“Hemos estado viendo cómo Hollywood se desplaza cada vez más hacia la izquierda durante años,” dijo otro miembro anónimo de la NWAA. “Y, honestamente, la mayoría de nosotros simplemente bajamos la cabeza y hacíamos nuestro trabajo. Pero el debate fue un punto de inflexión. No se trataba solo de política. Se trataba de justicia, y ABC tiró eso por la ventana.”

El grupo no solo está enojado por el debate en sí; están furiosos por lo que perciben como la agenda más amplia de ABC. Señalan las elecciones de programación de la cadena, que en los últimos años se han vuelto más diversas y políticamente progresistas, como más evidencia de que ABC ya no está interesada en representar el espectro completo de los espectadores estadounidenses.

El anuncio del boicot fue hecho al estilo típico de Tim Allen: directo, sin rodeos y con un toque de humor. “Nos ha encantado trabajar con ABC a lo largo de los años,” dijo Allen. “Pero seamos honestos, han perdido el rumbo. En algún momento, cambiaron las buenas historias por propaganda política. Y francamente, ya no estamos interesados en verlo.”

El mensaje de Allen fue simple: si ABC continúa por este camino, pueden despedirse de millones de espectadores que, como la NWAA, están hartos de lo que ven como una narrativa unilateral. La NWAA está pidiendo a sus fanáticos, compañeros actores y estadounidenses comunes que se unan a ellos en el boicot, instando a los espectadores a apagar ABC y buscar entretenimiento en otro lado.