“NO ES JUSTO PARA MÍ”: Tyson Fury exige revancha tras sorprendente resultado de pelea con Usyk
El domingo 22 de diciembre de 2024, Oleksandr Usyk reafirmó su dominio en la división de los pesos pesados al derrotar nuevamente a Tyson Fury por decisión unánime en una intensa revancha celebrada en Arabia Saudita. Con puntuaciones idénticas de 116-112 otorgadas por los tres jueces, Usyk no solo retuvo sus títulos mundiales, sino que también consolidó su legado como uno de los grandes de la historia del boxeo.
El ucraniano, conocido por su precisión y habilidad técnica, impuso el ritmo del combate desde el inicio. Con un dominio estratégico y su característico gancho de izquierda, Usyk superó al británico en los intercambios clave, llevándolo a un récord de 23-0 con 14 nocauts.
“Él es un gran peleador y esta fue una gran actuación”, comentó Usyk tras el combate. A sus 37 años, el campeón indiscutido de los pesos pesados sigue sumando logros, que incluyen su paso invicto por la categoría crucero y una medalla de oro olímpica.
Usyk se mostró agradecido con Fury, describiéndolo como “un oponente fuerte” y agregando que las 24 rondas compartidas entre ambos “han sido increíbles” para su carrera.
Por su parte, Tyson Fury, quien hasta mayo de este año se mantenía invicto en sus primeros 35 combates, expresó su desacuerdo con el resultado. “No es justo para mí. Siento que gané ambas peleas, pero ahora tengo dos derrotas en mi récord. No hay mucho que pueda hacer al respecto”, dijo el británico, visiblemente frustrado.
Su promotor, Frank Warren, calificó la decisión de los jueces como “una locura”, mientras que Usyk desestimó las quejas con humor, llamando a Warren un “loco”.
El combate, que atrajo la atención de millones de aficionados al boxeo, fue una auténtica batalla. Fury, con su imponente físico de 127,4 kg, buscó imponer su poder en las rondas iniciales, conectando combinaciones y utilizando su jab para mantener a raya a Usyk. Sin embargo, el ucraniano respondió con precisión y movilidad, castigando a Fury con golpes contundentes en el rostro y el cuerpo.
La intensidad del duelo alcanzó su clímax en los últimos asaltos, donde Usyk, fiel a su estilo, tomó el control y castigó a Fury con un potente gancho en el undécimo round. El combate cerró con un furioso intercambio en el duodécimo asalto, dejando claro para los jueces quién fue el mejor sobre el ring.
Mientras Usyk celebraba levantando una histórica espada que simboliza el espíritu nacional ucraniano, Fury evitó responder preguntas sobre sus próximos pasos en el boxeo. Tras haber anunciado su retiro en 2022, esta segunda derrota consecutiva genera incertidumbre sobre su futuro en el deporte.
Usyk, por su parte, continúa enfocándose en su legado y aseguró estar dispuesto a aceptar nuevos desafíos, aunque dejó la puerta abierta a una posible trilogía contra Fury.
La pelea no solo marcó un capítulo crucial en la historia del boxeo, sino que también destacó el creciente interés de Arabia Saudita por ser anfitrión de eventos deportivos globales. Con un premio estimado de 190 millones de dólares, este enfrentamiento fue una de las noches más lucrativas en la historia del deporte.
El tiempo dirá si Tyson Fury y Oleksandr Usyk volverán a encontrarse en el ring, pero lo que es seguro es que esta rivalidad ha dejado una huella imborrable en el boxeo mundial.