¡ÚLTIMO MOMENTO! 🚨 NYSAC anuncia que confirma el fallo después de la revisión, Lamont Roach reacciona enojado con 4 palabras que sorprenden al mundo del boxeo: ES UN TONTO

El mundo del boxeo se despertó sobresaltado la madrugada del lunes cuando la Comisión Atlética del Estado de Nueva York (NYSAC) anunció su decisión de mantener el controvertido fallo de la pelea de Gervonta “Tank” Davis contra Lamont Roach Jr., tras una revisión de la pelea del 1 de marzo de 2025 en el Barclays Center. La decisión, que originalmente vio la pelea puntuada como un empate mayoritario antes de ser revocada como una derrota para Davis, despojándolo de su título de peso ligero de la AMB, ahora se ha consolidado, lo que ha provocado indignación. En una respuesta cruda y emotiva, el recién coronado campeón Lamont Roach Jr. recurrió a las redes sociales con un arrebato de cuatro palabras que ha dejado al deporte tambaleándose: “ÉL ES UN CABRÓN”. La reacción cargada de errores tipográficos, ampliamente interpretada como “Él es un cabrón” dirigido a Davis o a los funcionarios, ha encendido una tormenta de fuego en X bajo #NYSACDecision, con sentimientos encendidos mientras la comunidad del boxeo debate la justicia, la integridad y el futuro de la división.

La revisión de la NYSAC, motivada por el incidente del noveno asalto en el que Davis se arrodilló (que el árbitro Steve Willis dictaminó que no fue un derribo a pesar de las quejas relacionadas con la grasa), tenía como objetivo abordar las crecientes críticas. La comisión citó “pruebas insuficientes para alterar la decisión inicial” después de examinar las imágenes disponibles, aunque se reconocieron problemas técnicos con la repetición instantánea. Esta decisión le otorga a Roach, ahora con 25-1-2, el título indiscutible de peso ligero de la AMB, mientras que el récord de Davis cae a 30-1. La narrativa del establishment enmarca el fallo como una aplicación necesaria del protocolo, pero los escépticos cuestionan si las presiones políticas o el sesgo influyeron en el resultado, especialmente dada la naturaleza de alto perfil de Davis y las posteriores acusaciones de soborno vinculadas a un audio filtrado que involucraba a Davis y su entrenador, Calvin Ford.
La reacción de Roach no se hizo esperar a través de una publicación encontrada en X, donde expresó su frustración por el comentario mal escrito pero inconfundible: “ÉL ES UN CABRÓN”. El comentario, probablemente dirigido a Davis por su papel en la controversia o a la NYSAC por su manejo, ha resonado entre los fanáticos que sienten que el resultado de la pelea fue injusto. El grupo de Roach ha argumentado durante mucho tiempo que la decisión de no derribarlo le robó una victoria clara, un sentimiento que se hizo eco en las publicaciones encontradas en X que pedían rendición de cuentas. “Lamont ha sido engañado, y esto lo demuestra: ¡la palabra ‘cabra’ encaja!”, escribió un usuario, mientras que otros defendieron a Davis, sugiriendo que el error tipográfico refleja el estado emocional de Roach en lugar de un insulto calculado.
La decisión de la NYSAC ha profundizado la división. Los críticos sostienen que el proceso de revisión careció de transparencia, y algunos señalan como un descuido flagrante el fracaso de la comisión a la hora de abordar el audio filtrado (en el que Ford supuestamente hablaba de sobornar a Willis). Los partidarios de la decisión insisten en que defiende la integridad del deporte, aunque la falta de uso de la repetición instantánea alimenta teorías conspirativas sobre un encubrimiento. La narrativa del establishment sostiene que la victoria de Roach es legítima, pero la ausencia de pruebas concretas de la revisión deja lugar a dudas, especialmente en medio de las investigaciones en curso sobre las acusaciones de soborno.
Davis aún no ha respondido públicamente, pero el escándalo, amplificado por la ardiente réplica de Roach, amenaza con ensombrecer su carrera. Para Roach, el título viene con una victoria agridulce, ya que su arrebato de cuatro palabras ha cimentado su voz en esta saga. El mundo del boxeo ahora observa cómo la NYSAC enfrenta presión para aclarar su postura, con posibles conversaciones de revancha en el horizonte y la credibilidad del deporte en juego.