La autora J.K. Rowling ha vuelto a encender un feroz debate al llamar “tramposas” a la atleta paralímpica transgénero Valentina Petrillo y a la boxeadora argelina Imane Khelif. El comentario, realizado en redes sociales, forma parte de la defensa continua de Rowling sobre la “integridad del deporte femenino”. Sus declaraciones han provocado una fuerte polémica, generando tanto críticas como apoyo y avivando un tema ya polarizante.
Rowling, conocida por sus opiniones sobre temas de género, ha sido enfática en su creencia de que las mujeres transgénero no deberían competir en deportes femeninos. Su reciente comentario sobre Petrillo y Khelif llega después de que Khelif fuera excluida de las competiciones internacionales tras una prueba de género obligatoria que indicaba que no cumplía con los requisitos de elegibilidad para el boxeo femenino. Petrillo, una atleta de pista con discapacidad visual, ha enfrentado un escrutinio similar, con algunos alegando que competir en eventos femeninos le da una “ventaja injusta”.
Las palabras de Rowling se hicieron virales rápidamente, con respuestas que fueron desde la indignación hasta el apoyo. Los defensores de los atletas transgénero sostienen que sus comentarios promueven la exclusión y la discriminación, reforzando estereotipos negativos y dificultando la aceptación de los atletas trans en el deporte. Los críticos argumentaron que etiquetar a las atletas como “tramposas” basándose en su identidad de género o características biológicas simplifica en exceso temas complejos de inclusión y equidad.
Por otro lado, algunas figuras prominentes en el ámbito deportivo y los medios apoyaron la postura de Rowling, afirmando que su defensa se basa en el deseo de proteger los derechos de las mujeres en el deporte competitivo. Argumentan que las distinciones claras en las categorías de competencia son esenciales para mantener la equidad, especialmente en los niveles deportivos de élite.
El debate sobre los atletas transgénero ha sido un tema candente en los últimos años, con organizaciones deportivas implementando políticas diversas sobre la elegibilidad de género. A medida que más atletas como Petrillo y Khelif enfrentan el escrutinio público, las organizaciones deportivas se ven bajo una creciente presión para equilibrar la inclusión con la equidad, un desafío complicado por las diferentes perspectivas globales sobre la identidad de género.
Por el momento, los comentarios de Rowling solo han profundizado la división sobre este tema. Mientras algunos exigen una reevaluación de las políticas de inclusión en el deporte femenino, otros abogan por políticas que respeten la identidad de género sin comprometer el equilibrio competitivo.