Han pasado 34 años desde que el legendario boxeador Mike Tyson sufrió una de las derrotas más sorprendentes en la historia del boxeo. El 11 de febrero de 1990, el mundo fue testigo de cómo Buster Douglas noqueaba al aparentemente invencible Tyson en el décimo asalto, en una pelea que dejó atónitos a millones de fanáticos del boxeo. A pesar de los años transcurridos, la polémica alrededor de esa derrota sigue siendo objeto de debate.

En un reciente giro de los acontecimientos, un ex entrenador de Tyson, que en su momento fue un aliado cercano pero ahora se ha convertido en uno de sus críticos más acérrimos, ha revelado información que, según él, podría explicar la caída inesperada del “Hombre de Hierro” esa fatídica noche en Tokio.

Este ex entrenador, cuyo nombre ha sido vinculado a varias etapas de la carrera de Tyson, ha salido a la luz con declaraciones sorprendentes. “Era igual de débil, mentalmente frágil”, dijo en una entrevista exclusiva. “Mike siempre dependió de su fuerza física, pero nunca trabajó lo suficiente en su resistencia mental. Esa fue su mayor debilidad, y Douglas lo supo aprovechar.”

Esta afirmación choca con la percepción que muchos tenían de Tyson en sus primeros años como profesional, cuando era conocido por su ferocidad y poder abrumador. Pero según este entrenador, había señales tempranas de que Tyson no estaba tan preparado mentalmente como debería haber estado para enfrentarse a un retador astuto como Douglas.

A lo largo de su carrera, Tyson fue entrenado por algunos de los más grandes nombres del boxeo, incluidos Cus D’Amato y Kevin Rooney. Bajo su tutela, el joven Tyson dominó el ring, acumulando victorias rápidas y devastadoras. Sin embargo, después de la muerte de D’Amato y la eventual ruptura con Rooney, muchos sostienen que Tyson perdió la disciplina que lo había convertido en una máquina imparable.

El ex entrenador, quien estuvo presente durante la preparación de Tyson para la pelea contra Douglas, afirma que esa falta de enfoque y disciplina mental fue el factor decisivo. “Físicamente, estaba preparado. No se puede negar su talento natural, pero no estaba mentalmente en el lugar correcto. Estaba distraído, rodeado de personas que no tenían su mejor interés en mente.”

Además de las críticas sobre la preparación mental de Tyson, el ex entrenador también apuntó a su entorno personal como un factor crucial en su caída. En los meses previos a la pelea, Tyson atravesaba problemas personales, incluidos conflictos maritales y una vida social que, según muchos, había comenzado a interferir con su enfoque en el ring.

“Se estaba rodeando de las personas equivocadas. No tenía la estructura de apoyo que necesitaba para mantenerse concentrado”, explicó el ex entrenador. “Cuando subió al ring contra Douglas, no estaba luchando solo contra su oponente, estaba luchando contra sus propios demonios.”

Estas declaraciones arrojan una nueva luz sobre lo que ya se consideraba una de las derrotas más impactantes en la historia del deporte. Si bien la falta de preparación adecuada ya había sido señalada como un factor, las revelaciones recientes sobre el estado mental y el entorno personal de Tyson ofrecen una perspectiva más completa de lo que podría haber sucedido aquella noche.

La derrota de Tyson ante Buster Douglas fue un momento decisivo no solo en la carrera de “Iron Mike”, sino también en la historia del boxeo. Tyson llegó a la pelea como el campeón invicto de peso pesado y uno de los atletas más temidos del mundo. Douglas, por otro lado, era un claro desfavorecido, con una cuota de apuestas de 42 a 1 en su contra.

Pero lo que nadie esperaba era la actuación casi perfecta de Douglas, quien mantuvo a raya a Tyson durante la mayor parte de la pelea. En el octavo asalto, Tyson logró derribar a Douglas, pero el retador se levantó y continuó luchando con renovada energía. En el décimo asalto, Douglas conectó una serie de golpes devastadores que dejaron a Tyson en la lona, incapaz de levantarse antes de que el árbitro contara hasta diez.

Ahora, 34 años después de esa icónica pelea, el ex entrenador de Tyson reflexiona sobre lo que podría haber sido si su antiguo pupilo hubiera estado mejor preparado, tanto física como mentalmente. “Siempre habrá lo que llamamos ‘el qué pasaría si’. ¿Qué pasaría si hubiera estado más centrado? ¿Qué pasaría si hubiera mantenido a las personas adecuadas a su alrededor? Pero al final del día, esa derrota fue una llamada de atención para todos nosotros.”

El ex entrenador ha dejado claro que, aunque ya no tiene relación con Tyson, todavía siente admiración por lo que el boxeador logró en su carrera. “Mike sigue siendo uno de los mejores de todos los tiempos. Pero esa pelea mostró que incluso los más grandes tienen sus debilidades.”

A pesar de la derrota contra Buster Douglas, Mike Tyson siguió siendo una figura icónica en el mundo del boxeo. Su carrera estuvo llena de altibajos, desde victorias impresionantes hasta controversias dentro y fuera del ring. Pero lo que permanece innegable es su impacto duradero en el deporte y su capacidad para capturar la atención del público, incluso décadas después de su retiro.

La reciente revelación de su ex entrenador solo agrega una nueva capa a la compleja historia de Tyson. A medida que los fanáticos del boxeo siguen debatiendo sobre lo que realmente le costó esa pelea, una cosa es segura: la leyenda de Mike Tyson y su derrota ante Buster Douglas continuará siendo recordada como uno de los momentos más inolvidables en la historia del boxeo.