La próxima serie de televisión de Harry Potter, que se estrenará en HBO en 2026, ya ha encendido una tormenta de debates entre los fanáticos de todo el mundo, con la última controversia centrada en la elección del actor británico Paapa Essiedu como Severus Snape. Essiedu, conocido por sus convincentes actuaciones en programas como I May Destroy You y The Lazarus Project , está finalizando un acuerdo para interpretar al icónico maestro de pociones, un papel inmortalizado en la pantalla por el fallecido Alan Rickman. Sin embargo, la decisión de elegir a un actor negro para este papel ha generado fuertes críticas de algunos sectores del fandom, con acusaciones de casting “woke” dominando las discusiones en las redes sociales. En medio de la creciente reacción, el director de la serie, Mark Mylod, ha dado un paso al frente para abordar la controversia, ofreciendo una respuesta sincera y algo inesperada: “Realmente no quise ser WOKE aquí, por favor entiendan”.
La franquicia de Harry Potter, nacida de la aclamada serie de libros de J.K. Rowling, ha sido durante mucho tiempo un referente cultural, apreciada por la intrincada construcción de su mundo y sus memorables personajes. Severus Snape, con su piel cetrina, su grasiento cabello negro y su compleja travesía moral, se erige como una de las figuras más perdurables de la saga. En las novelas de Rowling, su apariencia y su historia —marcadas por el acoso escolar, el amor no correspondido y un papel crucial en la lucha contra Voldemort— se detallan meticulosamente, aunque su raza nunca se define explícitamente como blanca. La representación de Alan Rickman en la serie cinematográfica original, que abarca de 2001 a 2011, consolidó una imagen específica de Snape en la mente de millones de personas, convirtiendo cualquier desviación de esa visión en un foco de debate.
La noticia del casting de Essiedu se dio a conocer a principios de mes, cuando Deadline informó que el actor de 34 años estaba cerca de llegar a un acuerdo con HBO. El anuncio se enmarcó en una revelación más amplia sobre la serie, que promete una adaptación fiel de los siete libros de Rowling a lo largo de varias temporadas. Sin embargo, casi de inmediato, la atención se centró en la raza de Essiedu, pasando del ambicioso alcance del proyecto. En plataformas como X, los fans expresaron diversas reacciones. Algunos criticaron la decisión como una traición al material original, y un usuario escribió: «La descripción de Snape no encaja con este actor, ¿por qué cambiarla solo para ser más progresista?». Otros, sin embargo, celebraron la decisión, elogiando el talento de Essiedu y argumentando que la raza es irrelevante para la esencia de Snape como personaje.
Mark Mylod, un director veterano conocido por su trabajo en Succession y Game of Thrones , se encontró en el centro de esta tormenta. En una entrevista reciente con Variety, abordó el alboroto con un tono que mezclaba frustración y sinceridad. “Mira, lo entiendo, Snape es sagrado para mucha gente”, dijo Mylod. “Pero cuando elegimos a Paapa, no se trataba de marcar alguna casilla de diversidad o tratar de hacer una declaración. Realmente no quise ser WOKE aquí, por favor entiéndelo. Vimos a un actor que podía aportar profundidad, intensidad y esa cualidad inquietante que Snape necesita. Eso es lo que importaba”. Mylod enfatizó que la decisión se basó en la audición de Essiedu, donde, según se informa, ofreció una actuación escalofriante pero matizada que dejó al equipo de producción asombrado.
El debate sobre la elección de Essiedu para el papel plantea interrogantes más amplios sobre la adaptación y la fidelidad narrativa. Para algunos fans, los rasgos físicos de Snape —su nariz aguileña, tez cetrina y cabello grasiento— son inseparables de su identidad, moldeada por una vida de aislamiento y dificultades en el mundo mágico, en gran medida homogéneo, de Rowling. Los críticos argumentan que alterar su raza corre el riesgo de alterar el subtexto de su historia, en particular el acoso que sufre por parte de James Potter y Sirius Black, lo cual podría adquirir connotaciones raciales involuntarias. Sin embargo, sus partidarios argumentan que la esencia de Snape —su lealtad, dolor y redención— trasciende la fisicalidad, y la aclamada versatilidad de Essiedu lo convierte en un digno sucesor de Rickman.
La súplica de comprensión de Mylod refleja la cuerda floja que HBO debe recorrer al reimaginar una franquicia con una base de fans extremadamente protectora. El director reconoció el desafío de seguir la icónica actuación de Rickman, señalando: «Alan estuvo extraordinario, y nadie intenta borrar eso. Pero esta es una nueva perspectiva, una oportunidad para explorar los libros desde una perspectiva diferente». La producción está programada para comenzar en el verano de 2025 en Warner Bros. Studios Leavesden, con Rowling como productora ejecutiva, aunque hasta el momento ha guardado silencio sobre la controversia del casting.
A medida que avanza la saga de Harry Potter, el Snape de Essiedu seguirá siendo, sin duda, un punto de conflicto. Tanto si los fans aceptan esta reinterpretación como si la rechazan como un paso en falso, las palabras de Mylod subrayan el deseo de priorizar el arte sobre la ideología. «No estamos aquí para predicar», concluyó. «Estamos aquí para contar una historia». Por ahora, el mundo mágico espera a ver si la interpretación de Essiedu puede conjurar un hechizo lo suficientemente poderoso como para convencer incluso a los Potterheads más escépticos.