La paciencia de Max Verstappen parece haber llegado a su límite. El tricampeón del mundo de F1, acostumbrado a tenerlo todo bajo control en Red Bull, no estaría nada contento con la posibilidad de que Liam Lawson tome el asiento de su compañero de equipo. En un giro explosivo de los acontecimientos, Verstappen habría pedido expresamente a los altos mandos del equipo austríaco que retuvieran a Sergio “Checo” Pérez para la temporada 2025.

¿EL PROTÉGIDO QUE SE CONVIRTIÓ EN AMENAZA?

Liam Lawson, la joven promesa neozelandesa que sorprendió a todos en 2023 al reemplazar temporalmente a Daniel Ricciardo en AlphaTauri, ha sido visto como el futuro de Red Bull. Con talento indiscutible y sin miedo a pisar fuerte, muchos creen que es cuestión de tiempo para que desbanque a Checo Pérez y tome el segundo asiento en el equipo principal. Sin embargo, este ascenso meteórico no le hace ninguna gracia a Verstappen.

Fuentes internas han revelado que Max no quiere a un joven hambriento como compañero. Ya se ha visto en situaciones complicadas cuando ha tenido que competir contra pilotos que desafían su jerarquía, y lo último que desea es un “Russell” o un “Leclerc” dentro de su propio garaje. Verstappen prefiere estabilidad y control, dos cosas que con Checo ha logrado, a pesar de algunos roces en el pasado.

CHECO PÉREZ: EL ESCUDERO PERFECTO

A pesar de su desempeño inconsistente en 2023 y 2024, Pérez ha cumplido con su papel de segundo piloto, aceptando sin rechistar la supremacía de Verstappen en el equipo. Red Bull necesita puntos, pero también necesita paz, y Checo ha demostrado que está dispuesto a sacrificarse por el bien común

Por otro lado, Liam Lawson es un piloto que no tiene intención de conformarse con ser el “número dos” de nadie. Su llegada podría alterar la dinámica interna de Red Bull, algo que ni Verstappen ni su equipo quieren arriesgarse a experimentar. La última vez que Red Bull permitió una lucha interna entre sus pilotos (Vettel vs. Webber, Ricciardo vs. Verstappen), las consecuencias fueron desastrosas.

HELLEMARKO Y HORNER, EN UN DILEMA

Helmut Marko y Christian Horner enfrentan una decisión complicada. Por un lado, tienen a un Checo Pérez con experiencia, lealtad y una relación relativamente estable con Verstappen. Por otro, tienen a Lawson, una apuesta arriesgada pero con un potencial enorme.

La opinión de Verstappen es un factor determinante en esta ecuación. Aunque oficialmente no es quien toma las decisiones, su influencia dentro del equipo es innegable. Si el holandés ha dejado claro que no quiere a Lawson como compañero, Red Bull podría verse obligado a renovar a Checo o buscar una solución intermedia.

LAS REDES ARDEN: ¿MIEDO O ESTRATEGIA?

Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. Mientras algunos defienden la postura de Verstappen, otros lo acusan de tener miedo a un desafío real dentro del equipo. “Si Max es tan bueno como dicen, ¿por qué le teme a Lawson?”, se pregunta un usuario en Twitter. Otro responde: “No es cuestión de miedo, es de mantener la estabilidad en Red Bull”.

Lo cierto es que la decisión sobre el segundo asiento de Red Bull se ha convertido en uno de los temas más candentes de la temporada. Con la presión mediática aumentando y los rumores disparados, el equipo tendrá que moverse con cautela para no desatar un cisma interno.

EL FUTURO INCIERTO DE RED BULL

Mientras la cúpula de Red Bull sopesa sus opciones, Verstappen deja clara su postura: quiere a Checo, no a Lawson. ¿Logrará imponer su voluntad una vez más, o esta vez la directiva se arriesgará a un cambio radical?

Lo único seguro es que el drama dentro de Red Bull está lejos de terminar. Y tú, ¿qué opinas? ¡Deja tu comentario y sigue atento a las últimas novedades de la F1!